Vivian, velocidad y desconfianza para alcanzar la cima
Se trata del tercer jugador más veloz del Athletic en arrancada detrás de los bólidos Williams. Acortó la distancia para firmar por el club de Ibaigane integrándose en el Santutxu.
Decía Carlo Ancelotti que le seducen los centrales desconfiados. Dani Vivian (Vitoria, 1999) encarna a la perfección esta definición. Concentración, bravura, disciplina, sin estridencias ni simulaciones, añadiendo un dato muy significativo: la velocidad. Hasta el punto de ser el tercer más veloz del Athletic en arrancada sólo por detrás de los bólidos Williams. Una cualidad que le permite jugar con muchos metros a la espalda sin resentirse y que le permite una capacidad de reacción colosal. De hecho, quien saliese del Santutxu para acortar la distancia a Lezama desplazándose diariamente desde su Vitoria natal, está insertado en la lista de 29 de Luis de Fuente para la Eurocopa de Alemania disputándose el puesto con Cubarsí.
Y renovado esta misma semana hasta 2032 por Ibaigane, dos años antes de acabar su contrato, adelantándose. Lo tiene muy claro. Su implicación es aplastante. “Siempre he tenido claro que lo que quiero es estar aquí. Sacar La Gabarra y ganar la Copa ha sido algo único que queremos repetir: la clave es la ambición, tenemos un proyecto muy ambicioso, son los factores que más me hacen tomar esta decisión y seguir con el club de mi vida”, agrega.
Vivian empezó su andadura en el San Viator hasta los 9 años, como mediocentro. Transitó por las categorías inferiores del Alavés, y de otros clásicos de la capital alavesa como CD Lakua y Ariznabarra. Pero en 2015 se marchó al Santutxu, convenido con el Athletic que juega en Mallona, en el corazón del barrio bilbaíno de Begoña, para que le entrenase el exleón Ibai Gómez, ahora al frente del Arenas en Segunda Federación, en el Juvenil. Su trasvase al Athletic no se hizo esperar y con 17 años se integró en el Basconia, segundo filial rojiblanco, en Tercera División. Después, una cesión en el CD Mirandés hizo el resto para foguearse. Nada más aterrizar en Anduva, pese a su juventud, le colocaron el brazalete de capitán, lo que demuestra la arrolladora personalidad y tener la cabeza bien amueblada. Completó 32 partidos, con dos goles siendo el mejor central de la categoría en Segunda. Le sirvió para rivalizar con Yeray Álvarez e Iñigo Martínez en la cúspide del Athletic y este curso ser titular indiscutible con Valverde junto a Aitor Paredes, debutar con España en un amistoso y ahora colarse en la lista para la Eurocopa a la espera de poder pasar el corte final.