Vinicius responde enigmático y desafiante al Balón de Oro

Vinicius no se esconde. Apenas 20 minutos después de confirmarse el Balón de Oro de Rodrigo, y el suyo de plata, alza la voz. “Lo haré 10 veces si es necesario. No están preparados”. Enigmático, también desafiante. Mirando hacia adelante y sin mirar hacia un lado. Desde su equipo de comunicación optaron por el silenzio stampa en cuanto la noticia ganó rimbombancia. Esperaba alzar su primer galardón dorado. Como se esperaba su reacción. No se ha hecho esperar.

Lo tenía todo preparado. Anoche, sin ir más lejos, Vini hizo un festejo previo con su gente. Una especie de víspera al súmmum, que se esperaba fuese en París. Había reservado el traje para la noche, su noche. Gran parte de la comitiva que le iba a acompañar a París ya se personó en la ciudad para el Clásico. Como decimos, todo listo. Pero, de repente, todo cambió. Saltó la bomba. Llegó a sus oídos que Rodrigo sería de Oro y no él. Fue la plata. Tampoco Bellingham, ni Carvajal. El bronce y la medalla de chocolate (4º). Y el Madrid canceló la expedición. Mensaje claro. “Balón de Oro y UEFA no respetan al Madrid; y el Madrid no está donde no se le respeta”, fue la sentencia interna.

Si la sorpresa fue máxima para el protagonista, también lo fue para el Madrid. La política era filtraciones cero. Es la premisa de este Balón de Oro renovado. Para mantener la incertidumbre hasta la línea de meta. Aunque el convencimiento era total de que el 7 blanco sería dorado. A las 15:00 horas estaba programado un chárter destino París. Con una expedición de unas 50 personas. Con los nominados, entornos, miembros del club... Pero cuando lo inesperado tocó la puerta se pulsó el botón cancelar.

El foco, a Mestalla

Las reacciones no se hicieron esperar. Kroos ya se había pronunciado (”lo lógico hubiera sido Vinicius”), le acompañó Benzema, y en cuanto lo oficioso se hizo oficial, llegó el goteo: Camavinga, Militao, Tchouameni, Joan Martínez, Chendo, Valverde, Lunin, Güler... Vendrán más, porque el apoyo al brasileño, de sus compañeros y del club, es total. Será una noche larga, como lo ha sido el día. Pero estará listo para empezar a remar de nuevo.

Un revés inesperado que, de repente, dispara la importancia de la sesión de este martes. A las 16:00 horas vuelve la plantilla al trabajo. Tras el varapalo del Clásico, Ancelotti dio un par de días de reposo. Para relajar cuerpo y mente. También para celebrar. Sin la fiesta llega el entrenamiento, donde todos los focos apuntarán a Vinicius. Y el sábado, Mestalla. Allí espera el Valencia. En un estadio con el que el extremo tiene una relación complicada... Llega con ganas de reivindicarse.

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