Vinicius regresa entre dudas

El Real Madrid recupera este sábado contra el Espanyol a una figura central en su engranaje que en las últimas semanas parece haber ganado peso deportivo y, al mismo tiempo, haberlo ganado mediáticamente: Vinicius. El brasileño, por el que, como ya contó AS, Arabia hará un esfuerzo enorme el verano que viene con una oferta de al menos 300 millones de euros y un salario para él de 200 millones por curso durante cinco temporadas, se ha perdido cuatro encuentros entre el final de 2024 y el inicio de 2025 por sanción: uno por acumulación de amarillas en Liga (Sevilla), otros dos de Liga por su agresión a Dimitrievski en el Valencia-Madrid (Las Palmas y Valladolid) y uno en Champions por acumulación de amonestaciones (Brest).

Y al Madrid, la verdad sea dicha, le ha ido bien sin él. Ha sacado adelante los cuatro partidos con pocas dificultades, mostrando el mejor juego ofensivo de la campaña y dejando números muy interesantes: 14 goles marcados, con un promedio de 3,5 por choque, y tres tantos encajados, menos de uno por duelo. Vinicius era el máximo artillero del equipo cuando empezó esta racha de ausencias, pero al salir de la misma ya es segundo en esa lista (con 17 goles) y otros miembros del ataque han aprovechado este tiempo para engordar sus cifras: Mbappé ha hecho seis goles en esos cuatro partidos, Rodrygo anotó cuatro, Brahim dos y tanto Valverde como Bellingham, uno.

De esta forma, Mbappé se sitúa como el máximo artillero blanco con 22 dianas, seguido por las 17 de Vinicius, por las 13 de Rodrygo y las 10 de Bellingham. Con el regreso de Vinicius ante el Espanyol, vuelve el póker de ataque del Madrid, autor de 62 de los 90 goles que el equipo lleva anotados esta campaña, el 69%. Las circunstancias del duelo, en casa de uno de los tres equipos en descenso (el Espanyol es 18º) invitan a pensar en que Ancelotti tirará de los cuatro en ataque para atar los tres puntos y tratar de distanciar más a Atlético y Barcelona en la tabla. Pero en el horizonte cercano, un partido asoma por primordial: el derbi del 8 de febrero en el Bernabéu ante el Atleti.

Rodrygo, de vuelta a la derecha

Porque está claro que el Madrid no necesita mucho en ataque con cuatro jugadores así; de hecho, el propio Ancelotti ya ha reconocido que se centra en la defensa sobre todo, pues sabe que con estos cuatro jugadores las ocasiones y los tantos acabarán llegando. Pero ambas cuestiones están relacionadas, no son independientes: el dibujo con los cuatro atacantes, en un 4-2-3-1, termina por condicionar mucho la defensa y volver al equipo más endeble. La teoría de la manta ataca de nuevo y Ancelotti debe decidir si le compensa en los dos próximos partidos, ante Espanyol y en Copa contra el Leganés, de cara a un derbi que suena capital para las opciones blancas en la Liga.

Y este retorno tiene además un daño colateral inevitable, pero aun así doloroso: la salida de sitio de Rodrygo. El brasileño ha estado haciendo de extremo izquierdo en ausencia de su compatriota y también con él sobre el campo, y lo ha hecho a las mil maravillas. Ante el Salzburgo, abrió la lata con los dos primeros goles y frente al Brest anotó otros dos, pese a lo cual en ninguno de los dos choques fue designado MVP. Rodrygo está de dulce: ha participado en diez goles en enero (siete marcados y tres asistidos) y ante el Brest dio una exhibición jugando por la izquierda, mostrando que es un extremo diferente a Vinicius, mucho más basado en la técnica que en la potencia, pero igualmente venenoso. Pero con la vuelta de Vinicius, Rodrygo sabe que regresa a la derecha, desde donde deberá seguir haciéndose fuerte... hasta que una nueva ausencia de Vini le devuelva a la izquierda y avive el debate.

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