Vinicius no es Vinicius
El brasileño no encuentra su ritmo en 2025. Tras el gol anulado ante el Espanyol se apagó y pasó de puntillas por Cornellà. El Madrid volcó su fútbol por la derecha, algo poco habitual.
Un poco de Vinicius es mucho. Es así. Ocurrió ante el Salzburgo. Tras un encuentro gris, doblete y casi hat-trick. Sin brillo (”no he estado bien”, asumió), aunque con colmillo. Y contra el Espanyol amenazó con un bis. Sin estar bien, decidir. Estuvo a una interpretación de repetir. La de Muñiz Ruiz ante el forcejeo entre Mbappé y Pol Lozano. Vini marcó un gol mayúsculo, pero el colegiado pitó una falta discutida. Dejó algún detalle más, como un regate de museo. Pero ese autopase de tacón, directo a sus highlights, fue el único desborde que completó de los seis que intentó. Pasó de puntillas por Cornellà. Como lo está haciendo por 2025. Entre sanciones, ofertones (de Arabia) y sensaciones, Vinicius no termina de ser Vinicius.
Llegaba al duelo ante el Espanyol con casi tantas ausencias (tres) como presencias (cuatro, ahora cinco). En Liga, la roja en Mestalla costó al 7 blanco los partidos contra Las Palmas y Valladolid. En Champions, la tercera amarilla frente al Salzburgo le dejó sin el Brest. Un trantrán que se mantuvo en Cornellà. Ancelotti salió con su traje de gala, pero sólo Rodrygo se acercó a sí mismo. Y el menos fantástico de los cuatro, Vinicius.
Y no sólo por ese poco tino en el regate. En una tendencia antónima a la habitual, en un equipo con mucho atacante de izquierdas, el grueso del fútbol llegó por la derecha. Rodrygo lideró en centros (ocho), regates completados (tres), ocasiones creadas (tres, junto a Lucas Vázquez y Mbappé) y en pases completados en el último tercio. Apartados donde Vinicius no se cuela entre los puestos de honor. Un sentir que se refleja en las intervenciones. Bellingham (85) y Rodrygo (84) casi calcan sus apariciones, después las 65 de Mbappé y, por último, las 59 de un Vinicius que comenzó fogoso pero que se anuló al tiempo que lo hacía su gol.
Terrenal
Un Vinicius terrenal. Este año (que no temporada: lleva 17 goles y 11 asistencias en total) y contra el Espanyol. Que en regates completados (1, frente a 2,8), centros (2-2,4), ocasiones (1-2,2), faltas forzadas (2-2,4) y pases exitosos en el último tercio (16-21,1) presentó números por debajo de sus promedios. Lo buscó, especialmente buscando portería, pues lideró con cinco remates. Pero ninguno terminó entre los tres palos. Hubo intención, no concreción. Sigue siendo una amenaza, pero, en estos momentos, no es The Best. Contexto que no le es ajeno. Ni lo es internamente.
Hacer clic
De ahí que Ancelotti rompiera una lanza en favor de su estrella: “Algunos se han olvidado que con Vinicius ganamos dos Champions”. De ahí que el propio Vini entonase el mea culpa tras sus dos tantos al Salzburgo (”estoy feliz por los goles, a pesar de jugar mal”). Del cuarteto, es el menos afinado en 2025: Rodrygo ha participado en nueve goles (siete marcados y dos asistencias) desde el 1 de enero, Mbappé en ocho (todos anotados), Bellingham en siete (tres tantos y cuatro asistencias) y después ya llegan los cuatro de Vinicius (tres y una)... y de Valverde, Güler y Modric. Pero en el club tienen claro que no tardará en hacer clic. En volver a ser Vinicius.
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