Vini-Mbappé: sociedad ilimitada
Pese a que el francés no pudo marcar, dio una exhibición de conexión con el brasileño: entre ambos sumaron 12 remates, nueve regates y cocinaron el 2-0 que cerró el choque.
El Real Madrid solventó el duelo ante el Girona en casa de forma sobria, sin estridencias ni lujos, por un 2-0 suficiente que pudo ser mayor de haber estado más fino el equipo en ataque: disparó 22 veces, pero sólo cinco entre palos. Y más de la mitad de esos remates, 12, llegaron de parte de Vinicius y Mbappé, la sociedad ilimitada del equipo blanco en ataque con la que Ancelotti puede soñar con algo grande de aquí al final del curso. No fue un encuentro en el que ambos mostraran potencial goleador, pues de hecho sólo uno de ellos vio portería, Vini, y fue al final del partido. Pero las sensaciones pronostican tormenta para cualquier rival próximo.
Fue claramente un día de pólvora mojada para Mbappé, que no pudo aprovechar que Lewandowski no marcó ante Las Palmas y permitió recortarle ventaja en la lucha por el trofeo de máximo goleador del campeonato; de momento el polaco manda con 20 tantos, por 17 del francés. Remató seis veces, tres a portería y en cada intento se topó con Gazzaniga. Especialmente clara fue la que hubiese supuesto el 3-0, tras un control orientado perfecto y todo a favor, pero le salió el tiro con la zurda muy centrado. Aun así, su actuación fue muy meritoria, creó cinco ocasiones claras, generó una expectativa de goles de 0,93 (más que nadie en el Madrid y en el partido) y entregó una asistencia, la del 2-0, a su compañero Vini.
Fue en la segunda parte, en una contra tras conectar ambos desde el flanco izquierdo. Mbappé buscó bien en profundidad al brasileño y este anduvo pillo para soltar un punterazo que, tras tocar en un rival, entró mansamente en la portería. También lo había buscado mucho Vini durante todo el duelo, con seis remates totales, aunque sólo uno a puerta y otro, al larguero (estadísticamente, estos computan como fuera de puerta). Lo acompañó con dos regates buenos de cuatro intentos (los desbordes en velocidad, que fueron innumerables en el caso del brasileño, no computan) y dos ocasiones creadas. Curiosamente, Mbappé le superó en el apartado de los desbordes: realizó tres en cinco intentos. Y los dos estuvieron brillantes con balón, aunque el francés de forma especial: firmó un 91% de pases buenos (52 de 57), por un 81% (29 de 36) de Vini.
La conexión entre ambos ha sido una cuestión complicada a lo largo de este curso; al principio parecieron pisarse en la izquierda y Mbappé desprendió una cierta incomodidad por tener que formar en punta de ataque. Pero con tiempo y práctica está llegando la química entre ambos y el Madrid se beneficia de ellos: suman 45 goles (28 del francés, 17 del brasileño) y 16 asistencias (cuatro y 12, respectivamente). Mbappé ya había dado con la tecla y poco se le podía exigir tras su ‘hat-trick’ al City en Champions, pero con todo Ancelotti ponderó su buen partido pese a no marcar: “Estaba contento por la asistencia que le ha dado a Vinicius. Ha sido muy peligroso muchas veces. Ha hecho un control espectacular. A él lo que le importan son las victorias”. Faltaba que Vini se ponga al nivel de nuevo y parece que eso ya sucede: “He visto a un Vinicius en su mejor versión. Podía tener algo de más acierto, pero en la segunda parte ha estado imparable. Siempre que ha encarado lo ha hecho bien. Ha hecho un partido a su nivel”.
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