Valverde se multiplica: “Es muy útil en cualquier posición”
El uruguayo está ejerciendo de escolta de Kroos en el doble pivote. Una demarcación que le aleja del área, pero no le resta importancia. Ancelotti le ensalzó tras ganar al Granada.
En todas partes. Ahí está Fede Valverde. Ganó vuelo como extremo hasta cambiar de apelativo, volvió a sus orígenes esta temporada y ahora es la armadura del centro del campo del Madrid. El trampolín de un Kroos supremo en un doble pivote de nuevo cuño y, a priori, provisional. O no, el tiempo lo dirá cuando Tchouameni y Camavinga vuelvan al escenario. En el momento que lo hagan, eso sí, estará el Halcón. ¿Dónde? Ancelotti tiene razones para dudar. “Es difícil decir cuál es su mejor demarcación. El trabajo que hace en cualquier posición es muy útil para el equipo”. Palabra de Carletto tras el estupendo partido del de Montevideo contra el Granada. Uno más.
“Un poco mas atrás le cuesta más llegar, pero ha tenido su oportunidad”, completó el de Reggiolo. Una sentencia que alumbra una realidad: Valverde se multiplica, pero pierde fuste a la hora de derribar el muro contrario. A estas alturas, la temporada pasada eran ya ocho los goles del charrúa. Muchos de ellos desde la distancia, con un disparo que Ancelotti le ‘obligó' a potenciar. Famosa apuesta mediante. En la actual, el rifle es de menor calibre. Algo natural pues las labores son diferentes. Un tanto y medio, el anotado a la Real Sociedad y el cañonazo al Nápoles en el Maradona que aparece como autogol de Meret. Como bien desgranaba Ancelotti, a Valverde le cuesta un poco más llegar. Aunque los números no exponen una diferencia apreciable en cuanto a la cantidad.
En la 2022-23 intentaba 2,17 disparos por cada 90 minutos, en tanto que en la actual se queda en 2,11. Diferencia insignificante que se incrementa un poco más a la hora de poner el foco en los chuts a portería: 0,76 en la pasada por los 0,57 de la presente. Las posiciones de disparo como ‘falso extremo’ eran más beneficiosas a la hora de derribar el muro rival. Pero al 15 le sobran pulmones para sesgar balones e incorporarse con peligro. Ya lo dijo Carletto, ante el Granada “tuvo su oportunidad”. Suele tenerla, aunque no tan claras como antaño. Eso sí, en tareas de intendencia es un acorazado.
Un Halcón con tentáculos
En los dos últimos partidos, como escolta de Kroos, sus tentáculos han sido mayores si cabe: 13 balones recuperados contra el Nápoles y seis frente al Granada. Por encima de su promedio de los 5,3 robos que alumbran una temporada donde es el mayo pulpo del equipo blanco. En total, Fede acumula 95 recuperaciones, por delante de las 88 de Camavinga, las 85 de Kepa o las 80 de Kroos. Mientras que también es medalla de oro en interceptaciones (24) y solamente le supera Cama en entradas exitosas (22, por las 26 del francés). Su mapa de calor es la mejor muestra de esa omnipresencia, con especial énfasis en la zona derecha, donde además de lo detallado, es el mejor socio para el lateral derecho a la hora de hacer coberturas.
Intangibles, o no tanto, que le convierten en vértebra indispensable en este Real Madrid: suma 1.580 minutos, sólo superado por Rüdiger esta temporada. Valverde ha pasado de repartir su tiempo casi al 50% (26 partidos en banda y 29 como centrocampista el curso pasado) a la práctica totalidad en la sala de máquinas (sólo dos de 20 en el flanco diestro), pero en el centro del campo luce como interior y ahora también como stopper en el doble pivote. Una polivalencia que ‘descoloca’ a Ancelotti a la hora de definirle. Que no de alinearle, porque para el italiano, el equipo blanco es Valverde y diez más.
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