Valverde dosifica a Sancet

Oihan Sancet atraviesa por la temporada de su consolidación en la élite a sus 22 años después de su irrupción en Primera División de manera paulatina y, ahora mismo, apuntar maneras de futbolista desequilibrante, con jerarquía y mando en plaza desde la posición de 8, su puesto natural. Valverde le ha incluido en sus onces iniciales en las ocho jornadas de Liga transcurridas hasta la fecha y será titular también el sábado ante el Atlético, pero también relevado en las ocho jornadas, basculando entre el minuto 55 y el 88. Una constante que indica que el técnico de Viandar de la Vera quiere dosificar a la perla de Lezama, en parte para que se recupere de manera sostenida de una pubalgia que le obligó a parar el la recta final del pasado campeonato y de la que se ha curado este verano con un tratamiento conservador apoyado por un árduo trabajo personal con los fisioterapeutas acortando sus vacaciones.

Sancet se reivindica como un futbolista diferencial, que necesita confianza y espacio para moverse entre líneas, girarse e inventarse línea de pases en sus avances luciendo su larga zancada. Ha marcado ya tres goles a Elche, Rayo Vallecano y Almería. Luis Enrique le tiene en sus oraciones tras despuntar también con la selección española sub-21 de Luis de la Fuente. Valverde lo expone con calma, quiere convertirle en un futbolista internacional, pero sin prisas ni grandes halagos. De hecho, cuando se le pregunta por el mediocampista de Mendillorri en las ruedas de prensa es cauto en sus calificativos. La pasada campaña, Sancet, insertado de segunda punta con Marcelino García Toral en su 4-4-2 totalizó 27 partidos y 6 goles antes de que la pubalgia le esquinase. La anterior, 24 partidos y dos goles.

En estas ocho jornadas ha colocado a Sancet siempre en paralelo con Muniain, delante de un pivote defensivo como Vesga o Dani García. Pero no ha acabado en el rectángulo de juego en ninguno de las ocho citas. El joven navarro ha intervenido en 57 minutos ante el Mallorca, relevado por Zarraga, 73 ante el Valencia, cambiado por Vencedor, 88 frente al Cádiz, entrando Dani García, 71 ante el Espanyol, saltando Vencedor, 63 en Elche, permutado por Zarraga y 65 ante el Rayo, 71 contra el Almería y 55 ante el Sevilla en la última comparecencia en el Sánchez Pizjuán, en los tres envites cambiado por Ander Herrera. Un balance que indica que Valverde le dosifica para mantenerle alerta y en tensión y sin forzar la máquina en una Liga muy larga. Tiene, además, fondo de armario de empaque en la zona ancha, con los canteranos Vencedor y Zarraga necesitados de mayor presencia y Herrera, expulsado en Sevilla por servicio al equipo, ya listo para impartir su talento. Necesita de la imaginación de Sancet a pleno pulmón.