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Una victoria inesperada y clave

El fútbol y la fortuna le devolvieron algo de lo que le ha quitado al conjunto blanquivioleta durante la temporada porque el Real Valladolid tuvo la suerte de cara desde el inicio del partido con el gol inicial de Christensen. No se echó atrás el conjunto local y la protesta de la afición tuvo su recompensa en el penalti de Eric García sobre Plata que Larin, ocho goles ya desde su llegada en el mercado de invierno, aprovechó. Y entonces, claro, llegó el momento de Jordi Masip que con tres paradas de mérito puso el candado a su portería ante sus excompañeros. Supo sufrir el Pucela en el duelo en el que su capitán se restituyó de aquel error de Mestalla que abrió la crisis que terminó ayer.

Pese a la ventaja, pese a las oportunidades que tuvo el Pucela para aumentar la ventaja, en casa del pobre se sufre hasta que pita el árbitro. Ni siquiera el tercer gol blanquivioleta, obra de Plata tras enorme asistencia del canadiense, y con suspense patrocinado por el VAR, los blanquivioletas lo vieron hecho. Han sido semanas muy duras, muchas lesiones, muchas decisiones controvertidas y el gol de Lewandowski volvió a llevar la zozobra a Zorrilla porque los tres puntos eran claves. Y es que con 38, los blanquivioletas vuelven a recuperar la moral y entienden que con una victoria en los dos partidos que le quedan (Almería y Getafe) podrían estar salvados.

La victoria, además, es un triunfo de una plantilla cuestionada por momentos que, sin embargo, tuvo en el esfuerzo de Roque Mesa y Plano, dos casi olvidados, a dos baluartes de primer nivel. Porque si Masip “lavó” su imagen, los dos futbolistas pasaron del olvido a ser claves. Como Plata, buen partido, y Machis, pocas intervenciones, pero muy importantes. Fantásticos los centrales, con mención especial a David Torres, que tuvo que suplir a Joaquín. Y luego Larin. Tremendo partido, otra vez, del canadiense. Marcó de penalti, participó con su presencia en el área en el primer tanto y dio el tercero, amén de ser una pesadilla a la espalda de la defensa blaugrana. No está todo hecho, pero el equipo vuelve a esta muy vivo.