Una sangría de otra época
El Celta acumula trece goles encajados en las seis primeras jornadas de Liga, la cifra más elevada del club en los últimos 65 años.
Las dos últimas goleadas encajadas por el Celta a domicilio (4-1 ante el Atlético y 3-0 frente al Valencia) ponen a la retaguardia en el foco. Estos siete goles encajados en los dos últimos partidos se unen a los cuatro recibidos ante el Real Madrid en la segunda jornada y los dos tantos que marcó el Espanyol en Balaídos en la apertura de la temporada. Pese a las dos porterías a cero conseguidas frente al Girona y el Cádiz, la cifra de goles encajados supone un récord histórico negativo.
En total son ya trece los goles recibidos, una cifra de otra época. Hay que retroceder 65 años atrás para encontrar un inicio más devastador a nivel defensivo. En concreto, hasta la temporada 1956-57, cuando aquel Celta recibió catorce dianas en las seis primeras jornadas de Liga. Desde esa fecha, sólo hay dos precedentes que igualen el nuevo registro del equipo de Coudet. En las campañas 1957-58 y 1971-72 el Celta también encajó trece goles, como ahora, en las seis primeras fechas del campeonato.
Si nos atenemos a este época, estamos ante la peor sangría defensiva del Siglo XXI. El peor comienzo databa de la temporada 2006-07, cuando el conjunto dirigido por Fernando Vázquez tuvo que recoger el balón de la red hasta en once ocasiones en las seis primeras ocasiones. Curiosamente, Coudet también ostenta el tercer peor registro del siglo, pues el año pasado recibieron diez goles en los seis primeros encuentros. En los demás precedentes desde el 2000 nunca se llega a los dos dígitos en tantos encajados en la jornada seis. Los tres únicos casos son el de Fernando Vázquez y los dos de Coudet.
El técnico argentino apeló a la gran pegada del Real Madrid y a la mala suerte frente al Atlético, pues hubo dos tantos que golpearon en Unai Núñez, de hecho uno de ellos fue en propia puerta. Sin embargo, contra el Valencia sí realizó autocrítica y reconoció que cometieron “errores en el primer gol, sobre todo”. El parón liguero otorga al Celta dos semanas para trabajar este aspecto del juego en el que necesita mejorar.