Una revolución en la media
Valverde, Camavinga, Tchouameni y un híbrido Bellingham conforman la sala de máquinas más valiosa del planeta. La transición dulce tras la CMK, orquestada.
La palabra transición lleva tiempo instalada en Valdebebas. A la hora de la verdad mutó en revolución. Se fue Casemiro, se fue Kroos y aunque sigue Modric, una vez que se oficialice el formalismo de su renovación, lo hace con un rol más periférico. La Santísima Trinidad, la CMK, se empezó a difuminar con la marcha de Case a Mánchester y ha vuelto casi opaca con el adiós de Toni y esa versión revulsiva de Luka.
Y llegaron, poco a poco, Valverde (25 años), Camavinga (21) y Tchouameni (24). La construcción de la sala de máquinas del futuro, con Bellingham (21) como híbrido entre la cimentación y el rock and roll. De un centro del campo de mucho pie y no tan camaleónico a cuatro purasangres de polivalencia y físico infinitos. Distintos, también diferenciales. Sirvan como baremo los principales medidores del planeta: la media madridista es la más más valiosa del mundo.
Cuatro futbolistas multifuncionales, capaces de impactar en el juego desde diversas posiciones. Cuatro futbolistas que exponen el progreso de los últimos años, donde el atletismo ha multiplicado su impacto. Así se entiende la estrategia de mercado del equipo blanco recientemente. Mucho talento, sí, pero con el físico como matiz principal.
Tchouameni ha ‘aprendido’ a ser central, a su pesar, para complementar su labor como cerrojo. Camavinga, mal que también le pese, gusta mucho a Ancelotti como lateral izquierdo, además de sus aptitudes como interior y ancla. En tanto que Valverde luce en el doble pivote, como volante e incluso como falso extremo derecho, donde tanto brilló entre 2022 y 2023. Si el Casemiro, Modric, Kroos se recitaba de memoria en lo posicional, sus herederos son una navaja suiza.
Los réditos los explican los títulos, con la 36 y la 15 (amén de la Supercopa de España) esta misma campaña. Pero también el CIES y Transfermarkt como especialistas a la hora de estratificar futbolistas. Para el laboratorio estadístico, el precio justo de Bellingham es de 280,4 millones, medalla de oro global (Mbappé aparece lejos pues en la última actualización aún era futbolista del PSG con contrato en regresión) por delante de Haaland (255,3M€), Vinicius (240,8M€) y Rodrygo (220,7M€).
En la sala de máquinas, Valverde (124M€) y Camavinga (113M€) son los dos centrocampistas puros más ‘caros’ y Tchouameni aparece en quinto lugar (107M€, por los 108M€ de Zaïre-Emery y Szoboszlai). Transfermarkt, por su parte, sitúa a Jude en el cenital, empatado con Vinicius, Mbappé y Haaland (todos con 180M€), Valverde (120M€) y Camavinga (100M€) repiten primer y segundo cajón del podio de los medios y Tchouameni es bronce entre los pivotes (100M€, por los 120M€ de Rodri y Declan Rice). Y con una media de edad de 22,75 años. Una sala de máquinas sin fecha de caducidad.
Salen las cuentas
La transición comenzó en 2016. Ese verano aterrizó en Madrid un Fede Valverde que venía de brillar en el Mundial Sub-20. El radar de Juni Calafat se fijó en el Pajarito y cinco millones de euros después, se vistió de blanco procedente de Peñarol. El charrúa se forjó al lado de la CMK y cuando esta iba entrando en periodo recesivo, el resto fue llegando escalonadamente.
En 2021, Camavinga, previo pago al Rennes de 30M€. El año de Tchouameni fue el siguiente. 80M€ para el relevo de Casemiro que hubo de adelantar su formación con el adiós del brasileño. Y en 2023, la guinda: Bellingham y los 103M€ que engordaron las arcas del Dortmund. Una inversión total, sin entrar en variables, de 218M€. Hoy, su valor conjunto en el CIES es de 624,4M€; en Transfermarkt, 500M€. La revolución es rentable.
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