Una luz lejos de Nervión
El Sevilla aprende a ganar a domicilio con Mendilibar. No lo hacía desde el mes de octubre y multiplica su esperanza de cara al final de Liga.
El Sevilla respira y lo hace tras una victoria de enorme peso en Cádiz. No gana un partido lejos de Nervión desde que lo hiciera en el pasado mes de octubre ante el Mallorca. Demasiado tiempo y una condena: la de la lucha por la permanencia. Mendilibar cambió al fin esa incapacidad del equipo de triunfar fuera de casa y ahora la visión de la salvación toma forma con mayor margen de maniobra. No quiere hacer cuentas el técnico nervionense. Pero vencer a domicilio es su mejor punto de partida.
No sorprendió demasiado el técnico vasco con su puesta en escena como sevillista. Su plantel minimizó riesgos y fue eficaz en sus llegadas. Bastó con eso y con algunas pinceladas de sus jugadores. No debe variar demasiado ese planteamiento para las citas venideras en el Sánchez-Pizjuán. Mendilibar sabe que ganar es la prioridad y por ello no dibuja grandes revoluciones en su intención de juego.
Los más de cinco meses sin vencer fuera de Nervión resultan ahora un alivio del pasado. Quizás todo cambió con la apuesta definitiva de un Mendilibar deseoso de demostrar que puede con esta situación y que la controla mejor que nadie. El técnico, con media sonrisa ya presente por su estreno, mira al Celta y a su próximo compromiso para certificar que tomar aire resulta el mejor de los alicientes.