Una Liga y dos Atletis

El Atlético ha sufrido una metamorfosis que enamora y a la vez duele a sus aficionados. El equipo vuela desde hace meses y no tiene nada que ver con el que penaba en el tramo anterior a la Copa del Mundo. Ahora lamenta aquella sucesión de traspiés, porque su segunda vuelta es la mejor de Europa y muchos, dentro y fuera del vestuario, fantasean con qué sería del equipo si se hubiera entonado antes. Las explicaciones son diversas (contundencia, rendimientos individuales, menos lesiones…), pero la realidad es que los números mejoran en todos los aspectos. En una misma Liga, y con un Mundial como frontera, se han visto dos Atletis muy diferentes.

Ahora se queda lejano, pero el equipo se fue a aquel parón de noviembre en quinta posición, a 13 del Barça y 11 del Madrid y acechado por Osasuna y Rayo. Se temía incluso si los rojiblancos serían incapaces de meterse en Champions, su hábitat natural desde la llegada de Simeone. Ahora, 19 partidos después, el Atleti ha sumado 45 puntos (los mismos que el líder), es segundo, le saca 15 puntos al quinto, marca más goles, encaja menos, se divierte en el campo y ha encontrado certezas para el futuro.

El vuelo de Griezmann, Nahuel, Carrasco...

“Sentí que el equipo iba a responder como ha respondido cuando hemos empezado a tener equilibrio defensivo, contundencia ofensiva y creció la calidad de muchos jugadores”, analizó Simeone este miércoles, justo antes de enumerar a prácticamente todos los hombres de su plantilla. Algunos destacan sobremanera. Griezmann está en plan superestrella en 2023 y ahora se recuerda, por un lado, la ganga que fue comprarlo por 20 millones y, por otro, lo infrautilizado que estuvo en esas semanas del ‘minuto 60′.

Pero hay otros compañeros que se han transformado en los últimos meses. Algunos han pasado de prácticamente desahuciados a imprescindibles y claves para el futuro. Quizá la mayor explosión sea la de Nahuel, que parece otro y ahora exhibe virtudes incluso de delantero frío y letal. También ha crecido Hermoso, que ha conseguido que no se añore a Reinildo, el mejor defensa rojiblanco de la temporada. De Paul ha mutado y forma un tándem más que solvente con Koke. Carrasco vuelve a ser determinante, Giménez tiene continuidad, Lemar está con chispa, Morata y Memphis tienen buenas cifras… La Copa del Mundo que despistó demasiado en otoño ya no agarrota a ningún futbolista.

En ese primer tramo pre-Mundial, el Atleti ganó la mitad de los partidos de Liga (7 de 14), además de pegársela en Champions. Después, han sido 14 triunfos de 19, un 73,7%. De sumar 1,7 puntos por partido a 2,4; o lo que es lo mismo, de proyectar una Liga de 65 puntos a una de 90. Un lastre que ha impedido al equipo competir de verdad por el título. Aquello no tiene remedio, pero el vestuario se ha propuesto terminar la Liga al alza y lo más arriba posible. Para ello, el equipo se ha transformado en ataque y en defensa…

Tantos goles como el Barça y menos encajados que el Madrid

Arriba, Griezmann y Morata llevan 13 goles por cabeza en Liga, solo superados por Ünal (14), Benzema (17) y Lewandowski, con el añadido de que los rojiblancos no han lanzado ningún penalti. El equipo marca más ahora (ha igualado al Barça en goles a favor) porque llega mucho más y mejor. Antes celebraba un promedio de 1,5 goles por partido, con 2,3 grandes ocasiones generadas; en este tramo post-Mundial, son 2,1 tantos y 3,1 ocasiones. Y en defensa se fue al Mundial encajando un gol por partido (14 en 14) y en esta tanda lo ha reducido a un promedio de 0,63 (12 en 19), que con Oblak es directamente un 0,5 (8 en 16 y ocho porterías a cero).

Con todo, la sensación es que sobre el campo se ve a un Atlético liberado, lejos de aquel que agonizaba en cada partido y que, en las cinco jornadas previas al Mundial, se dejó diez puntos y cualquier opción de pelear la Liga. También ha ayudado un calendario menos cargado, que compensa las carencias de la plantilla, muy corta sobre todo en defensa. No obstante, desde la plantilla, además de disfrutar este día a día, se están tomando esta evolución como un aprendizaje para la próxima temporada. A este nivel, y con el partido a partido en mente, podrán mirar de nuevo a la cara a los aspirantes a los trofeos.