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BARCELONA

Una Liga en un volcán

El Barça, obligado a salvar la temporada con el caso Negreira, la posible sanción de la UEFA, la guerra con la Liga o el traslado a Montjuïc y el crédito por el Espai Barça revoloteando.

Xavi, en una rueda de prensa a principio de temporada.
Quique GarciaDiarioAS

Fuera de Europa hace casi dos meses, y vapuleado en la Copa contra el Madrid el miércoles, al Barça le queda la Liga para salvar la temporada. La tiene casi hecha. Aventaja al Madrid en doce puntos con once jornadas por jugar. En casa tiene curvas. Además del Girona el próximo lunes (21:00 horas), debe recibir a Atlético, Betis, Osasuna, Real Sociedad y Mallorca. Fuera, debe ir a Getafe, Vallecas, Cornellá, Valladolid y Vigo. Los números (71 puntos y sólo dos derrotas en todo el curso) son tan incotestables que todo lo que no fuese ganar la Liga sería el acontecimiento histórico más grande en casi cien años en la competición. Pero...

Pero el Barça a día de hoy es un volcán en erupción y a Xavi le va a costar aislar a su vestuario de la realidad sísmica que le envuelve y que, además, toca deportivamente al equipo. En un par de meses, el Comité de Ética y Disciplina de la UEFA debe decidir si pone en marcha un expediente contra el Barça por el caso Negreira que podría excluirle de las competiciones europeas la próxima temporada. Por las declaraciones de Ceferin, y a la espera de lo que pudiese hacer el TAS, la cosa no pinta bien para el club azulgrana, que corre el riesgo de no jugar la Champions 2023-24.

El Barça está además metido hasta las trancas en una guerra con LaLiga que tiene varias aristas. En un comunicado oficial, el club azulgrana ha pedido esta semana la dimisión de Tebas, que ha contestado convocado una Asamblea extraordinaria el día 19 de abril a la que ha invitado a Laporta a dar “explicaciones”. Los clubes de LaLiga mostraron su preocupación por el asunto en un comunicado y el único que no se adhirió, el Real Madrid, se ha personado directamente en la causa. Barça y Madrid ya no van tan juntos de la mano como parecía cuando arrancaron el proyecto de la Superliga.

El Barça también tiene asuntos pendientes. Además de la prometida rueda de prensa de Laporta para aclarar el caso Negreira, el club azulgrana debe dar oficialmente los detalles del crédito de 1.500 millones que financiará el Espai Barça, y del traslado a Montjuïc, del que ya ha dado parte a la FEF pero que tampoco ha sido explicado minuciosamente a los socios. Y, dentro de la planificación de la plantilla y de las deterioradas relaciones con LaLiga, debe presentar un plan de tesorería en el que, se supone, va a ahorrar unos 200 millones de euros en fichas. Laporta, en un ejercicio funambulista, intenta hacer compatible ese recorte con el regreso de Leo Messi, con el que ha ilusionado a su afición y Junta directiva. El vicepresidente Rafael Yuste ha admitido públicamente “contactos” para su regreso y el Camp Nou pidió el pasado miércoles su regreso coreando su nombre en el minuto diez del partido contra el Madrid.

Mateu Alemany y Jordi Cruyff deben resolver también con Xavi el futuro de Busquets y Jordi Alba, la renovación de Balde, el caso Ansu, las inscripciones de Gavi y Araújo. El Barça es un totum revolutum pocas veces visto.