Una cuenta pendiente con Ratiu
El lateral volvió a brillar contra la Real, tras un verano difícil. El Rayo cerró las puertas a su traspaso al Wolves y a una notable mejora salarial. Ahora espera que el club mueva ficha.
La mejor versión de Andrei Ratiu asomó en Anoeta. Después de un verano difícil y un inicio de Liga donde no estaba brillando como en la pasada temporada, el lateral rumano por fin volvió a ser protagonista. Si durante el partido en el Metropolitano ya germinaron los brotes verdes, la confirmación de su vuelta llegó contra la Real Sociedad. El zaguero sirvió el gol del triunfo a Espino y recuperó la sonrisa que tanta falta le hacía. Esa asistencia le sirvió para dejar atrás meses complicados.
El pasado verano, Ratiu vio pasar ante sus ojos una oportunidad irrechazable. El Wolves ofreció 18 millones de euros al Rayo y un contrato para el internacional, de 27 años, que multiplicaba por mucho su actual salario. Su ficha es de las más bajas del equipo y de Primera, dado que mantiene el mismo contrato que firmó recién aterrizado de Huesca. Sin embargo, el club franjirrojo cerró la puerta al traspaso y se remitió a la cláusula de 25M€, lo que generó una profunda decepción y desazón para un jugador que veía cómo perdía este tren. El más importante de su carrera hasta el momento.
A lo largo de este último mercado llegaron una propuesta de LaLiga, que se quedó corta; otra de la Bundesliga (Wolfsburgo), que se acercó a los 15 millones; y finalmente el Wolverhampton, que se quedó a un paso de los 20 millones. La entidad vallecana no quiso negociar. Es más, compró al Villarreal el 50% de los derechos del jugador por unos cinco millones para tener así el cien por cien de la propiedad de un futbolista al que consideran fundamental para este EuroRayo y para su míster, Iñigo Pérez.
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Ratiu ha hecho pleno de titularidades (8) y de minutos (720) en Liga y ahora espera que el club franjirrojo mueva ficha y le renueve con una mejora, equilibrando su salario y el estatus deportivo de uno de los mejores laterales derechos de Europa. Pasado el duelo, el rumano vuelve a sonreír y quiere sentirse tan valorado y querido en las oficinas de Vallecas como lo es en el vestuario y en la grada. El internacional sabe que esta campaña —con la Conference— será histórica y quiere exprimir cada minuto. Con ilusión, con ganas y con la esperanza de que se resuelva esta cuenta pendiente...
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