Una Conference de miel y hiel
El Betis se clasifica para Europa por cuarto año consecutivo de la mano de Manuel Pellegrini pese a un nuevo revés liguero que incrementa las dudas.
Hay una felicidad moderada en Heliópolis. El Betis cedió ante la Real Sociedad en su penúltima cita de Liga mientras cerrada de forma matemática su clasificación para la Conference League gracias a lo que ocurría en otro escenario. Una derrota que supuso el adiós a la esperanza del sexto puesto, el que el conjunto verdiblanco había perseguido en gran parte del campeonato y que se antojó finalmente imposible. No hubo celebraciones sobre el césped del Villamarín debido a la derrota, pero el club agarra un nuevo billete continental que entrega la opción de seguir creciendo en este contexto. Europa era necesaria. Será una realidad por cuarto años seguido, justo lo que lleva Manuel Pellegrini dirigiendo a un equipo que desplegó de nuevo algunas virtudes en este curso para acompañarlas de numerosos puntos flacos.
Hay un éxito tras esta gris derrota. Lo hay en la medida en que el proyecto liderado de nuevo por el chileno sigue sin tener el sostén económico que quizás sea necesario para pelear con los equipos que superaron al verdiblanco en la tabla. Hay ansias de Champions que suelen convertirse en utopía y hay deseos de Europa League que, en ocasiones, supusieron decepciones posteriores. Será la Conference el nuevo escenario que motive a este Betis a escalar en su crecimiento, algo que en este año sólo hizo a medias. Pellegrini lo tiene claro: “Quizás estamos en una competición más ajustada a lo que es este plantel. A ver si podemos competir en la Conference y llegar más lejos que en otras ocasiones”. El Betis quiere elevarse más allá de lo conseguido en esta campaña y espera hacerlo de la mano de Pellegrini.
Las dudas sobre la fiabilidad del proyecto están en escena, pero la mejor noticia para el club bético es que tratará de apaciguarlas desde su nuevo contexto continental. Habrá una plantilla de nuevo destinada a multiplicar la cantidad de partidos y eso ilusiona a Pellegrini, consciente que está marcando una era de gran calado en Heliópolis. Nunca antes había logrado el Betis agarrarse a Europa durante cuatro años seguidos. “Estamos disgustados por algo que otros celebrarían”, dictaminó anoche Héctor Bellerín tras la derrota ante la Real y el logro del billete europeo. Esa exigencia renovada también llegó con Pellegrini hace cuatro años y es la que sostiene a un equipo que pretende multiplicarla para creer más.
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