Un sueño verdiblanco en Guinea
Cuatro chicos de la escuela de Benjamín prueban estos días en la cantera del Betis, con la esperanza de quedarse: “Benji es un padre para nosotros”.
Gaspar, extremo izquierdo; Blas Alejandro y Lucas Antonio, centrocampista y central llegados desde la ciudad de Bata; y Victoriano, extremo derecho, de Mongomo. Cuatro proyectos de futbolista de entre 17 y 18 años que viven estas semanas su sueño, a prueba en la nueva Ciudad Deportiva Rafael Gordillo que el Betis acaba de construir en la localidad sevillana de Dos Hermanas. Pertenecen al entrañable proyecto que Benjamín Zarandona, ese vallisoletano con raíces guineanas, montó en su país de origen y fueron elegidos entre todos los chicos para pasar una prueba y aspirar, tal vez, a quedarse en la cantera verdiblanca.
“Somos del Betis”, dicen todos con mucho orgullo. “Aunque mi ídolo es Mbappé”, afirma Victoriano, que juega ya en la Primera División de Guinea, en el club Estrellas del Futuro. “Llevamos siete años con Benjamín y este año hemos tenido la oportunidad de probar con el equipo cadete del Betis. Esto es como un sueño hecho realidad”, afirma Blas, el que suele llevar la voz cantante.
Gaspar, al que apodan Imanol, se marchó hace un tiempo con sus abuelos a vivir a Zaragoza. Allí completa su educación futbolística y la esperanza de que le llame algún gran equipo (por qué no, el Betis) haciendo un módulo de Química con el que poder labrarse un futuro alternativo. Los otros tres lo tienen claro, al menos de momento: “Nuestro camino es ser futbolistas, y sabemos que lo vamos a conseguir”.
Han pasado la mayor parte de su adolescencia en la escuela de Guinea que la Fundación del Betis y Benjamín abrieron en este país centroafricano de pasado y cultura muy españolas. “Benjamín es un fenómeno, como un padre para todos nosotros”, dicen casi al unísono y sin dudarlo. Y el propio excentrocampista de Valladolid y Betis, también de la Selección española, acoge las palabras con emoción: “Es un proyecto precioso. Llevo ya 7 años con estos niños y vamos a seguir seguro el año que viene. Para mí lo más importante es la educación y los valores que están recibiendo, y sobre todo disfrutar este momento de poder entrenar en la cantera del Betis, un club tan importante. Son unos niños muy buenos, muy aplicados. Me haría mucha ilusión que alguno se quedara. Se merecen tener esa suerte”. La semana que viene, los coordinadores del club heliopolitano decidirán si alguno de ellos permanece tras esta prueba: pero el sueño ya han comenzado a cumplirlo.
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