Un socio para Luiz Felipe
El central brasileño parece intocable en un plan defensivo que no encuentra fiabilidad en las últimas jornadas. El Betis encajó once goles en los últimos cinco duelos.
Pellegrini no encuentra la tecla de la fiabilidad defensiva en las últimas semanas. El Betis suma resultados positivos merced a su enorme pegada pero quedó casi en el olvido esa brillantez defensiva que lo convirtió en uno de los equipos más sólidos del campeonato liguero español. Las últimas jornadas muestran un panorama más preocupante en ese sentido: el equipo encajó once goles en los últimos cinco encuentros y las variaciones de la zaga no entregan, de momento, más consistencia al conjunto verdiblanco. Luiz Felipe es el central que parece inamovible en el plan de Pellegrini: el brasileño, pese a sus expulsiones, entrega garantía de fuerza y carácter sobre el césped tras haberse convertido en el líder de la defensa verdiblanca pese a ser uno de lo refuerzos de este pasado verano.
En Heliópolis se busca un socio para Luiz Felipe. Su habitual pareja de baile, Germán Pezzella, logró rendir a un buen nivel tras el Mundial, pero suma también un puñado de dudas en sus últimas actuaciones. Víctor Ruiz, casi en el ostracismo durante gran parte de la campaña, entró en liza ante el Valladolid para reemplazar al argentino, pero tampoco toma una senda de regularidad a la hora de contar para Pellegrini. Edgar compartió zaga con Pezzella cuando Luiz Felipe cumplió sus partidos de sanción y entrega otras virtudes en escena gracias a su potencial físico en el juego aéreo. Las cartas están en manos del técnico chileno, que tiene clara una realidad: las deficiencias defensivas son una cuestión colectiva.
Los duros envites que llegan, con Real Madrid y Manchester United a las primeras de cambio, exigen un salto cualitatito en el equipo bético a nivel defensivo. Pellegrini espera también al mejor Guido para equilibrar ese flujo ofensivo que sí está encontrando innumerables virtudes para dañar a los rivales. El técnico pretende recuperar la solvencia del pasado y aplicarla en este tramo decisivo de la temporada, con objetivos sobre la mesa y un puñado de desafíos aún abiertos.