Un punto para celebrar el milagro de Bordalás
Con decisiones controvertidas que se han demostrado acertadas, el técnico ha revertido la situación y el Getafe está a un paso de la salvación.
Si el Getafe acaba consiguiendo la permanencia el próximo domingo en Valladolid, el éxito irá ligado a la figura de José Bordalás. El técnico llegó hace treinta días a un equipo que agonizaba y cambió la dinámica por completo. Después de la prueba fallida de su primer partido en Cornellá, empezó a tomar decisiones, algunas controvertidas, pero que se han demostrado acertadas con el paso del tiempo. Hay claves que explican el milagro azulón que tiene la salvación a un solo punto tras dos victorias sufridísimas en la última semana:
Cambio de mentalidad global. Lo primero que hizo Bordalás al llegar al club fue abrir las puertas del final de un entrenamiento para que los jugadores sintiesen el cariño de la afición. La simple presencia del alicantino movilizó a la marea azul, que de la desgana pasó a la confianza. Todos los discursos del técnico han sido positivos, incluso tras las dos derrotas que ha sufrido. “Aquí no se rinde nadie”, ha sido el lema que se ha impregnado en todo el club.
Confianza en su vieja guardia. Sin tiempo para preparar su primer partido, Bordalás varió pocas cosas en Cornellá de lo que venía siendo el equipo de Quique. Tras aquella derrota, hubo un punto de inflexión. Jugadores titularísimos hasta entonces como Duarte o Borja Mayoral, perdieron todo protagonismo y lo adquirieron otros como Mitrovic o Jaime Mata. En general, el alicantino se agarró a su vieja guardia, a sus futbolistas de confianza de la etapa anterior a la que se han ido sumando otros futbolistas.
Soluciones tácticas controvertidas. En esa misma dirección, Bordalás ha resuelto carencias del equipo de forma sorpresiva. Hay dos que destacan por encima del resto. La presencia de Mata, casi un año en blanco para jugar en una banda y que obtuvo el premio con el gol del domingo. Y la presencia de Djené en el centro del campo desde que se lesionó Arambarri. Decisiones cuestionadas inicialmente que han dado un magnífico resultado.
Los números no engañan. Todo lo anterior ha llevado al Getafe a mejorar notablemente sus resultados. Ha conseguido más de la mitad de los puntos disputados, muy por encima de las treinta y una jornadas anteriores, ha cortado la sangría defensiva encajando menos de un gol por partido y ha devuelto la fortaleza al Coliseum, donde los azulones sólo han cedido un empate tras la llegada de Bordalás.
Y sin embargo, falta rematar. El Getafe necesita puntuar el domingo en Zorrilla para certificar una permanencia que parece hoy mucho más cerca. Y tendrá que hacerlo sin un pilar fundamental como es Djené, que vio la quinta amarilla frente al Osasuna. Por el mismo motivo se lo perderá Portu, aunque en su lugar volverá Aleñá. Arambarri está dispuesto a forzar lo que sea necesario para no perderse la final de Valladolid. AL milagro de Bordalás aún le queda el remate definitivo.