Un plan para Güler
El Real Madrid está encantado con el turco y le ha trazado una hoja de ruta para ganar músculo. Con 18 años, aún está en una fase temprana del desarrollo.
El primer comentario interno que ha ido generando Arda Güler (18 años) en el Real Madrid, cuando se le ha podido ver en directo en Valdebebas, es que su calidad técnica es alucinante. El segundo, que tiene que “echar cuerpo de hombre”. El turco, con 18 años y cuatro meses, aún se encuentra en una fase de desarrollo en la que su físico tiene más rasgos de adolescente que de adulto. El club lo sabía por los informes que recabó para su fichaje, lo comprobó en el reconocimiento médico y va a ponerle remedio. Hay un plan para que Güler gane masa muscular, sin perder su velocidad y capacidad de ser creativo, y también incrementar su resistencia.
Su temporada pasada en el Fenerbahçe, la de su confirmación como un talento especial, también fue un barómetro de ese físico aún tierno. De los 35 partidos que disputó con el equipo otomano, dieciocho de ellos como titular, apenas pudo terminar cinco. Ninguno en la Europa League. Y no es casualidad que todos esos encuentros completos fueran entre la última semana de abril y el final de la competición en Turquía. Güler fue adquiriendo parte de esa resistencia competitiva según fue trabajando más y más con la estructura profesional del Fenerbahçe.
A diferencia de Vinicius y Rodrygo, que cuando pusieron por primera vez un pie en una pretemporada madridista, con 18 años, lo hicieron con un físico bastante parecido al actual, en el staff técnico se trazan ciertas similitudes entre Güler y algunos de los datos que ofrecía Rodrygo, otro que se enfundó la camiseta blanca recién entrado en la mayoría de edad. El ahora dorsal 11 del Madrid se embarcó durante la primera fase de la pandemia en un proceso para ampliar aún más el volumen de su tren inferior, su punto fuerte por entonces, pero sobre todo establecer un tren superior poderoso. Ganó tres kilos ‘limpios’ de músculo, con un plan estructurado entre el club y su preparador físico personal desde niño, Marcel Duarte. Con Güler se hará algo parecido, porque su ‘armadura’ superior es más propia de un futbolista en fase formativa que de un profesional de élite, aunque se le irá evolucionando de manera más progresiva.
No desafinar con el rock and roll
Este nuevo formato de fútbol vertical y dinámico que quiere Ancelotti, una versión más rock and roll (Camavinga, Valverde, Bellingham, Vinicius, Rodrygo...) que la que se proponía con Kroos y Modric al mando, demanda que el resto de actores estén en consonancia. Güler tendrá la ventaja de poder hacer, como en el Fenerbahçe, un crecimiento con pasos firmes y una maduración de su cuerpo sin los rigores y exigencias de la titularidad. Una adaptación a lo que supone el Real Madrid pero también a los métodos de Pintus -que están sufriendo auténticas locomotoras como Valverde y Bellingham-.
Güler ha aceptado el reto y por eso sacrificó una semana de vacaciones para ser de los primeros en plantarse en Valdebebas en el pistoletazo de inicio de la pretemporada. Una predisposición que ha encantado a Ancelotti y al club.