Un partido dentro, otro fuera
El Athletic visita a un Valencia en el abismo y con su afición convocada para no acceder a Mestalla como protesta hasta el minuto 19. Los che están en descenso.
Hace solo 16 días el Athletic pasó por Mestalla. Nada es igual por allí desde entonces. La presión de Valverde provocó que la afición se cansara del tiki-taka de Gattuso y la forma de caer eliminados de la Copa fue gasolina para una hinchada harta de Peter Lim. El equipo no ha levantado cabeza desde ese día, que ya de por sí venía con joroba y ni aún así lo reforzaron, y la afición tiene claro quién es el culpable (sigue el partido en directo en AS.com).
Ahora en lugar de Gattuso está Voro, aunque veremos hasta cuándo. Su efecto de antaño ha perdido fuelle y firma dos derrotas seguidas; hoy el Valencia contra el Athletic no sueña con ninguna final copera sino con la primera de las 17 que tiene por delante para salvar la categoría en Liga. Lo de coquetear con el descenso es algo que llueve sobre mojado en el Valencia de Lim, que ha sumido al club en una mediocridad competitiva. De ahí, entre infinidad de otras razones que les ha dado, las quejas de su parroquia, que ansía con echarle.
El partido se juega dentro y fuera de Mestalla, porque hay convocada una manifestación que pretende dejar vacías las gradas hasta el minuto 19. Se busca una imagen viral, un impacto mundial, el suficiente para que llegue a Singapur, la del equipo jugando y su afición fuera protestando. Veremos cuántos no entran, veremos cómo le sienta ese ruido a los de Voro, veremos cuánto lo aprovecha Valverde.
Y frente al abismo al que se asoma el Valencia, un Athletic en plenitud. Los del Txingurri vienen de golear al Cádiz, con Sancet en modo estrella, y a las buenas nuevas se le suma Iñaki Williams, que vuelve tras dos partidos de baja (los primeros que se perdía tras 251 jugando sin parar). Iñigo Martínez sigue de baja, con sus agentes moviéndose por Barcelona y Madrid (Atlético), mientras que Herrera sufre su cuarta lesión por Bilbao y Yuri cumplirá sanción. Pero estos males del Athletic son coyunturales, puntuales; los del Valencia, estructurales.
Pero Voro también tiene sus contratiempos deportivos. La lesion de Nico y la sanción de Hugo Guillamón le deja sin ‘pivote’. Así que, además de delegar galones en Almeida, el de L’Alcudia medita introducir línea de tres en defensa, o de cinco según se mire con Foulquier y Gayà de carrileros. A fin de cuenta la obsesión de Voro, el mal que tiene detectado, son los goles que encaja, aunque tampoco tiene que perder de vista el Valencia que para ganar hay que marcar mínimo un gol y lleva tres partidos sin celebrar ninguno.
