Un partido de sonrisas y lágrimas
El Bernabéu homenajeará al ausente Vinicius, sancionado, por su The Best y despedirá a un mito, Navas, en el último partido de su carrera. Brahim apunta a titular.
Si Xavier García Pimienta así lo quiere, el de hoy será el partido 705 de Jesús Navas en el Sevilla, el 988 de su carrea y su último día en el fútbol. Ganó dos Eurocopas, un Mundial y una Nations League con España, ocho títulos con el Sevilla y tres en las cuatro temporadas que pasó en el Manchester City. Veintiún años después de su estreno como profesional la cadera le aconseja parar el reloj. En mayo le convencieron para que aguantara hasta diciembre y aceptó. Su maltrecho físico solo le ha dado para ser titular en cuatro partidos y confesar un calvario. Sevilla le despidió con honores de jefe de Estado la semana pasada y lo mismo se espera hoy del Bernabéu, campo en el que jugó dieciséis veces, entre ellas las tres que ganó el equipo andaluz en este siglo. Será la nota sentimental de un partido relevante para el Madrid después del duelo de Montjuïc, que el equipo tenía ganado de antemano: cualquiera de los tres resultados le favorecía. El triunfo del Atético le abre la opción de recuperar la segunda plaza y ser la sombra del nuevo líder (sigue el encuentro en directo en As.com).
El Madrid llega a final de año con la convicción de haber recuperado anímica, futbolística y físicamente a su trío de estrellas. Lo intuía en los últimos tiempos y loo confirmó en Doha Sin embargo, hoy le faltará Vinicius, que vio la quinta amarilla por una exageradísima protesta en Vallecas. El brasileño, MVP de la Intercontinental, es el máximo anotador (14 tantos) y el máximo asistente del equipo (8) gracias a su acelerón en los últimos dos meses. Firmó dos hat-tricks y ratificó su condición de mejor futbolista del equipo en ese periodo. Su baja es importante, aunque ahora el equipo ha recuperado otros activos. El principal, Bellingham, que ha marcado siete goles en los últimos nueve partidos cuando en los doce anteriores se había quedado en blanco. En ese periodo añade tres asistencias y recobra el aire de jugador dominante que ofreció durante su primera campaña en el Madrid.
Un gol cada dos disparos a puerta
Incluso Mbappé ha mejorado de humor y de registros. Sin acercarse aún a aquel trueno que fichó el PSG, empieza a remontar. De sus trece goles, cinco los ha marcado en el último mes, pese a haber fallado dos penaltis. Ya jugó una hora en Doha tras superar su microlesión muscular y será la punta de lanza de un Madrid que empieza a aclararse ante la portería. En sus cuatro últimos partidos, todos a domicilio, ha marcado tres goles por cabeza, doce en total, con solo 24 disparos a puerta. Ancelotti asegura que el equipo ha recuperado la actitud. Los datos dicen que también la puntería. A un paso del parón, todo indica que el técnico repetirá con los que le dieron su decimoquinto título de blanco en Qatar con la entrada de Brahim por Vinicius. Mendy, recuperado, entró en el lista pero difícilmente será titular.
El Sevilla atraviesa una tormenta y no solo de juego. A la crisis institucional eterna entre los Del Nido se suma la ruptura de relaciones con el Betis por una denuncia que les costó un partido de sanción a Carmona, Juanlu y Romero, quizá sus canteranos más ilustres. No pudieron estar ante el Celta, pero vuelven hoy, directos al once inicial, a un equipo notablemente mejor que el de inicio de Liga
García Pimienta le ha ido cogiendo el aire al equipo después de un comienzo muy complicado para él, en el que el Sevilla sumó solo cinco puntos de 18 y pareció al borde de la destitución. Sorprendentemente, fue renovado tras una victoria mínima ante el Valladolid. Otro triunfo en el derbi alargó su crédito, pero dos derrotas consecutivas, ante Real Sociedad y Leganés, volvieron a poner en cuestión su trabajo. Incluso salió el nombre de un presunto sustituto, el ex Ivan Juric.
El despegue de Lukebakio
Lo cierto es que el técnico, apóstol de Cruyff y firme creyente en la filosofía del Barça en la que se crio, ha tenido que cambiar ese registro que tan bien le fue en Las Palmas. Allí implantó un fútbol elaborado, con la segunda posesión de la Liga (60%, por delante del Madrid) y la tercera cifra de pases del campeonato. En el Sevilla se ha visto obligado a tirar por un fútbol más directo, menos de su cuerda. Lo advirtió en su llegada: “Soy yo el que tiene que adaptarse a los perfiles de jugadores que hay”. Y es que corren malos tiempos en Nervión. Desde 2001 a 2022 el equipo nunca bajó de la novena plaza. En las dos últimas temporadas acabó decimosegundo y decimocuarto, y hoy llega undécimo.
García Pimienta seguirá sin poder contar con Ejuke, Nianzou, Sow y Pedrosa, lesionados de cierta duración, aunque sí tendrá a Saúl, que no pudo entrenarse el viernes por una gastroenteritis. Salas será el lateral izquierdo, Gudelj seguirá como central y Romero y Lukebakio serán las grandes amenazas arriba. El belga ha marcado ya dos goles más (siete) que en toda la temporada pasada. “El año pasado fue difícil, pero en esta he podido hacer una buena pretemporada y adaptarme al entrenador”, es su explicación. Gran promesa en sus inicios, su cartel fue decayendo. De hecho, el Sevilla lo compró por la mitad de lo que pagó el Hertha por él cuatro años antes. Su trayectoria en la Bundesliga resultó irregular. Fue el primer jugador en hacer un hat-trick en el Allianz Arena de Múnich como visitante y el primero que le marcó tres goles a Neuer en la Bundesliga en un mismo partido con el Fortuna Düsseldorf. Aquel año anotó 14 tantos y nunca volvió a repetirlo. Ahora anda en camino y varios clubes europeos siguen sus pasos. Un gran partido en el Bernabéu podría animar a que alguno pusiera los al menos 25 millones que exigiría el Sevilla.
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