Un mercado fantasma para el Betis
El club verdiblanco no dispone de economía para abordar fichajes pese a las necesidades mientras que no prevé la llegada de ofrecimientos que colmen las expectativas para vender.
“El plan es seguir con esta plantilla. Económicamente no tenemos posibilidades”. Hay mucha claridad en las palabras de José Miguel López Catalán, vicepresidente del Betis, sobre el futuro mercado de invierno. La idea en Heliópolis es que nada, o casi nada, cambie respecto al presente. El conjunto verdiblanco tratará de pelear por las plazas que dan derecho a jugar en Europa y lo hará con lo puesto, con el grupo de jugadores que hasta el momento demostró ser capaz de entregar su mejor versión y competir en las alturas. ¿Será suficiente para aspirar a la Champions? Es una gran incógnita que no tiene respuesta certera. Pero la realidad está sobre la mesa.
Manuel Pellegrini conoce las limitaciones económicas que existen y sabe que no tendrá refuerzos a su disposición en enero. Lo sabe pese a que quizás sí haya carencias que podrían ser resueltas con alguna llegada. La falta de poder adquisitivo lo condiciona todo. Además, cruza los dedos para poder tener refuerzos procedentes de la enfermería e incluso la irrupción de más canteranos. Juanmi se presenta como su mejor carta si aparca finalmente esa lesión que lo apartó de casi todo el inicio de campaña desde esa desafortunada acción en Finlandia. Con su vuelta, el técnico ganaría mucha pegada en su ataque.
Las apariciones de jugadores como Juan Cruz, Félix Garreta y Dani Pérez entregan a Pellegrini más variantes en caso de necesitarlas para afrontar las tres competiciones e incluso la Supercopa de España del mes de enero. A nivel de salidas, tampoco hay demasiadas opciones. El club prevé que no llegarán ofrecimientos de altura que puedan colmar las expectativas. Algunos de los pesos pesados del equipo siguen sin tener un mercado que represente una gran oportunidad para el Betis. Hay necesidad económica, y es alta, pero en la entidad hay cautela y no se pretende malvender a ninguno de sus jugadores en la antesala de lo que puede ser un final de campaña con mucho en juego.