Un Lewandowski 0,37 menos efectivo
El polaco, desacertado desde el regreso del Mundial, ha pasado de un promedio de 1,08 goles por partido en la Liga a un promedio algo más discreto de 0,71.
Dentro de poco más de un mes (fue el 24 de abril de 2013) van a cumplirse diez años de una de las noches más especiales de Robert Lewandowski: el polaco le hizo un póker al Madrid en la ida de las semifinales de la Champions 2012-13 y, aunque no sirvió para ganar un título (perdió la final ante el Bayern) sí lo puso ya de manera indiscutible en el primer plano mundial. Tanto que Florentino Pérez le invitó a fichar ese año y el siguiente por el Madrid, pero él ya se había decantado por el poderoso Bayern.
Robert Lewandowski (34 años) ha marcado siete goles en diez partidos contra el Madrid, aunque después de su primera gran experiencia con el Dortmund, perdió tres eliminatorias europeas contra el Madrid (una con el Borussia y dos con el Bayern) y, en el primer Clásico de la temporada en la Liga, también cayó 3-1. Sólo se pudo quitar la espina en Riad, donde jugó un partidazo. Marcó un gol y participó en los otros dos del Barça en la final de la Supercopa.
Y ese es el Lewandowski que Xavi espera ver este domingo en el Camp Nou. Aunque el técnico ha sobreprotegido en sus últimas comparecencias al actual Bota de Oro, su rendimiento ha bajado después del Mundial. De los últimos 15 goles del Barça (los de 2023), sólo ha metido dos. Esos son los que ha sumado en las últimas 13 jornadas de Liga, justo desde que fue expulsado en Pamplona. Pocos para un jugador que llegó a tener un promedio de 1,08 en la jornada 12 de Liga y que ha bajado a uno de 0,71 si se le restan los partidos que no pudo jugar. En términos, sus 15 goles en 25 jornadas le dan un promedio realizador de 0,6 goles por partido.
Lewandowski lleva dando síntomas de no estar fino durante varias semanas. En San Mames falló un gol de los que no perdona. Mano a mano con Agirrezabala, hizo un último toque larguísimo y se quedó sin ángulo él solo. Algo parecido le pasó en La Cerámica ante Reina, que le cerró el paso en una de esas acciones que no suele perdonar. Recuperado de sus molestias musculares, Lewandowski se siente en la obligación de reivindicar su condición de jugador franquicia de un club que, pese a sus 34 años, que serán 35 en agosto, le ha firmado un contrato de cuatro años con la esperanza de que tire del carro de un grupo en renovación que se ha apagado rápido en Europa este año pero sueña con un doblete.