Un huracán llamado Tsygankov
El ucraniano lleva tres goles y tres asistencias en los últimos cinco partidos, más que cualquier otro jugador de LaLiga
Cuando el Girona firmó a Viktor Tsygankov, el pasado enero, pocos se podían pensar que su impacto en el equipo iba a ser tan inmediato. Se habló durante su presentación, y por parte de Míchel, de un período de adaptación, de unas semanas que necesitaría para irse acoplando al equipo. Pero también de su calidad y de su enorme potencial, que el extremo no ha tardado en demostrar. De hecho, su adaptación ha sido meteórica. Tras dos partidos en los que entró en los minutos finales, el ucraniano se ha hecho con la titularidad en la banda derecha y está respondiendo con juego, goles y asistencias. En los últimos cinco partidos ha marcado tres tantos y ha dado tres más.
Los dos primeros partidos desde que firmó con el Girona los vio desde el banquillo, ante Villarreal y Barça, pero desde entonces ya ha participado en todos los compromisos del equipo. Jugó 12 minutos en la victoria contra el Valencia y 27 en la derrota contra el Cádiz, antes de estrenar titularidad contra el Almería. En el que ha sido el mejor partido del Girona esta temporada, explotó. Seis goles marcó el equipo, uno él, y otro de Javi Hernández tras una asistencia de Tsygankov de espuela. Pero más allá del gol y la asistencia en Montilivi todos tuvieron la sensación de que habían firmado a un jugador diferencial.
Tras el duelo ante el Almería su rendimiento ni mucho menos bajó. Asistencia contra el Athletic, asistencia contra el Getafe y dos goles este sábado en Vallecas para darle un punto al Girona. En total, tres goles y tres asistencias en 450 minutos o, lo que es lo mismo, en cinco partidos. Unas cifras estratosféricas que ni el más optimista podía prever.
La explosión de Tsygankov, sin embargo, va más allá de los números. Su aparición en la banda derecha ha potenciado el ataque del Girona, con Castellanos y Riquelme, convirtiendo al equipo de Míchel en un equipo todavía más peligroso. Pero es que además es un jugador sacrificado, que corre hacia atrás, que colabora en defensa y que derrocha sacrificio. Un acierto absoluto de la dirección deportiva que dirige Quique Cárcel, que ha dado en el clavo con la incorporación de Tsygankov.