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REAL MADRID

Un cierre sosegado

El Madrid enfila un último día de mercado manso: Asensio ya ha comunicado que se queda y de Mariano no se esperan cambios. Por Odriozola aún hay confianza en que pueda llegar una oferta.

Madrid
Mariano y Asensio saludan antes de un partido.
NurPhotoGetty

Poco movimiento en las oficinas de Chamartín. Silencio en la sala de teléfonos. Nada, o casi nada. El último día de mercado ha llegado manso a los brazos del Real Madrid, donde sólo quedan tres nombres en el escaparate: Odriozola, Asensio y Mariano. Estos dos últimos han sido los responsables de que la jornada del 1 de septiembre, ardiente por lo general, en el Bernabéu vaya a rozar lo gélido. Porque ambos han decidido que sí, se quedan. Mariano tenía tomada la decisión desde hace mucho, de hecho, lleva meses siendo la misma; Asensio, sin embargo, sí ha protagonizado un vaivén personal durante el verano, pero c’est fini. Quiere seguir de blanco.

Es Odriozola, por tanto, la única nota que puede aportar rock a un día de jazz. Porque por el lateral donostiarra aún hay esperanza en que pueda llegar una oferta in extremis. Todo, tras fracturarse en las últimas horas las negociaciones que parecían allanar su regreso a la Real Sociedad. Noticias de Gipuzkoa informó primero del interés txuri-urdin: Roberto Olabe y Erick Bretos, directivos de la Real Sociedad, fueron pillados viajando a Madrid, rumbo a intentar cerrar el acuerdo. Pese al interés de todas las partes (el Madrid quiere darle salida, la Real quiere ficharlo y el jugador acepta volver), no hubo pacto en torno a los números.

Su órbita sigue igual y a la vez, diferente. Ve con buenos ojos marcharse, como lo lleva viendo semanas, pero enfila el último día de mercado sin ofertas... de momento. Porque el Madrid, sabedor de que todo parece indicar que se quedará, aún confía en que algún teléfono pueda sonar. Hasta las 23:59h todo es posible. Se cayó la Real Sociedad, pero el interés es latente y un cambio de postura reavivaría la llama. También podría abrírsele una puerta internacional: Inter de Milán y Nottingham Forrest ya preguntaron por él. Para Ancelotti es el tercer lateral derecho, tras Carvajal y Lucas Vázquez. De quedarse, tendría un futuro grisáceo tirando a negro. Y eso, en vísperas de Mundial, es menos recomendable que nunca.

Asensio y Odriozola celebran un gol con el Real Madrid.
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Asensio y Odriozola celebran un gol con el Real Madrid. PEPE ANDRESDIARIO AS

Quedarse, pese a todo

El asunto, sin embargo, es translúcido en torno a Asensio y Mariano: se quedan. El Madrid los mantiene en la rampa de salida, aguardando que llegue una bomba de última hora digna de hacerles cambiar de opinión, pues ambos acaban contrato esta temporada y, de no salir hoy, podrían hacerlo el verano que viene sin dejar un solo euro en las arcas. Esto era, precisamente, lo que la cúpula de Chamartín quería evitar, no sacar partido de dos futbolistas cuyos cachés no son -para nada- bajos. Pero el sendero ha pasado de llano a montañoso y a estas alturas, ya es casi un laberinto sin salida. Tendrán el mismo final, seguir de blanco; pero han vivido veranos muy diferentes.

El de Asensio ha sido una montaña rusa. A principios de junio, cuando desde el club ya se organizaban algunas cartas, él introdujo un as que cambió el tablero: “¿Renovar o marcharme? Hay una tercera opción, cumplir el año de contrato que me queda”. Así, con rotundidad, se sumó a lo que ya es una moda en el fútbol actual. Cada vez más futbolistas optan por cumplir sus contratos y, ya como agentes libres, decidir qué hacer; antes la rutina era que cuando a un futbolista le quedaba sólo una temporada, se decidía si salía o renovaba. ‘Permitir’ que un jugador acabe su contrato es ‘perder las riendas’ en torno a él.

Pero esto no tiene por qué significar un adiós. Mbappé es el mejor ejemplo de esta tesis: este verano, con el interés del Madrid sobre la mesa, apostó por acabar su contrato y decidir su sendero como agente libre. El PSG perdió las mencionadas ‘riendas’ y pudo verle salir a coste cero, pero lo convenció para renovar. Asensio, que en las últimas horas ha tomado la decisión -definitiva- de seguir, vivirá el verano de 2023 ese mismo proceso. En estos meses ha visto como equipazos de la talla de Milan, Liverpool o Manchester United escribían su nombre en sus agendas. Pero nada ha llegado a puerto.

Y él, que en ocasiones ha visto con buenos ojos la opción de marcharse (necesita jugar sí o sí en vísperas de Mundial y la situación, de momento, no le es halagüeña), finalmente ha deshecho las maletas. Ayer tuvo una reunión con Jorge Mendes y le informó de su postura, para que este se lo hiciera saber a sus pretendientes. Luchará con Valverde y Rodrygo por minutos en la banda derecha, la posición donde la competencia es más feroz, cada temporada, en el Real Madrid. El curso pasado, pese a ser el tercer máximo goleador del equipo (12; sólo por detrás de los 44 de Benzema y 22 de Vinicius), tuvo menos minutos que sus dos competidores. El Halcón jugó 2.860′ y Rodrygo, 2.432′. Asensio se quedó en 2.109′. Y esta temporada ha empezado con galerna: de momento sólo lleva 7 minutos, pues no jugó ni en Cornellà-El Prat, ni en Almería, ni en Helsinki.

Un cierre sosegado
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Mariano

Mariano, año finale

Para el hispano-dominicano será su última temporada en el Real Madrid. El verano pasado rechazó todas y cada una de las ofertas que le llegaron y este, ídem. A finales de julio el Fenerbahçe presentó un ofertón de cinco millones netos por temporada, siendo el único candidato que ha demostrado tener músculo para sostener su sueldo. Esto parecía encaminar la operación, pues durante mucho tiempo su rechazo a perder dinero había sido el quiste de la operación. Pero “no”, esa fue la respuesta. Porque el jugador, de salir, tiene claro que quiere quedarse en España. Es por esto que recientemente sugirió la opción de recibir una carta de libertad, pero en ese asunto el “no” fue del Madrid. Ancelotti no cuenta con él y el club quiere darle salida, pero siempre sacando un rédito económico. No se esperan novedades hoy. Ni con él ni, más seguro aún, con Asensio. El día se presenta tranquilo y sólo Odriozola puede agitarlo.