Un cambio de entrenador sin resultados
El relevo de Carrión por Paunovic no ha traído la reacción esperada y el Oviedo ya es colista con el 2 de 12 del nuevo entrenador.


En San Mamés, el Oviedo compitió en la primera mitad y se diluyó en la segunda. Tanto que el Athletic cerró una victoria mucho más cómoda de lo que dice el resultado, porque en una segunda mitad de mínimos en ataque, los de Carrión apenas inquietaron a Unai Simón y su defensa. La derrota duele porque fue en un escenario imponente, con la presencia de unos 2.000 aficionados azules desplazados para volver a vivir un clásico norteño. Duele, también, por las consecuencias: el Oviedo se sitúa en el farolillo rojo de la tabla.
El relevo de Paunovic, que tenía al equipo fuera de la zona de descenso con 6 puntos, por Carrión no ha traído la reacción deseada por la entidad azul, que confiaba en que el catalán guiara al equipo a una respuesta similar a la que logró hace dos temporadas, cuando sucedió a Álvaro Cervera para empezar a sumar tras una derrota inicial y acabar dejando al Oviedo a un paso —ese duelo en el campo del Espanyol— del ascenso a Primera.
Pero esta segunda versión no ha seguido ese camino, sino más bien el contrario. Los números son horribles, con 2 puntos sumados de los 12 en juego con Carrión a los mandos, a los que hay que sumar la eliminación copera a manos del Ourense, de Primera Federación. Aquella noche fue la más fea de la temporada, con la actitud de los futbolistas sobre el terreno de juego dejando mucho que desear.
El saldo de puntos con Carrión, que es para lo que se le contrató, es insuficiente. El 0-2 inicial ante el Espanyol dio pistas de por dónde irían los tiros, en una noche en la que los azules se evaporaron en una segunda mitad de claras llegadas de los de Manolo.
En Montilivi, el equipo sí dio motivos para la esperanza, pero fue solo durante una hora. En esos 60 minutos, se puso el Oviedo 0-2, con tantos de sus dos delanteros, Fede Viñas (de penalti) y Rondón, en el novedoso sistema con dos arietes, aunque el charrúa tirado a la banda, que puso en liza aquel día. Pero después, el Girona se creció con Stuani como estilete y el Oviedo se hizo más y más pequeño. Al menos logró rascar un punto en la última jugada del choque gracias al oportunismo de Carmo.
Ante Osasuna, en el Tartiere, los de Carrión firmaron su partido más serio ante un rival tocado, que aún no había puntuado fuera de casa y al que dejaron vivo principalmente porque Fede Viñas no acertó en las dos claras ocasiones de las que disfrutó tras el descanso.
A estos tres encuentros se sumó el de San Mamés, por donde pasó el Oviedo sin pena ni gloria, perdiendo por la mínima pero con la sensación de que el Athletic estuvo muy lejos de su mejor versión posible.
Parón y el Rayo
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Ahora, con el parón de la competición por la disputa de choques internacionales, toca periodo de reflexión en el club azul, y también entre Carrión y sus hombres. A la vuelta de la Liga toca recibir al Rayo Vallecano, un rival peligroso que trae además a Alemao, goleador azul la temporada pasada, como peligro más evidente.
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