Un brazalete de capitán maldito
Kike Pérez y Juric fueron las alternativas del Real Valladolid ante el Mallorca. El mal fario persigue a quien luce galones.
El brazalete de capitán del Real Valladolid se quedó huérfano cuando el pasado verano el club decidió prescindir de Jordi Masip y de Sergio Escudero. Anuar Tuhami, que es escudo y lanza, es el heredero natural de unos galones que aún no ha podido lucir, debido a una hernia inguinal de la que fue operado y de la que se encuentra ya recuperado, por lo que cuando se vista de corto por primera vez esta temporada recuperará su condición de líder espiritual, escudo y lanza para Paulo Pezzolano.
El entrenador uruguayo, no en vano, ha tenido que lidiar con la maldición de los capitanes, el mencionado Anuar, Javi Sánchez y Luis Pérez, que han sufrido problemas físicos de diversa índole; los últimos, los del andaluz, que tuvo que ser sustituido contra el Mallorca... dejando el brazalete a un Kike Pérez que portó la banda hasta que abandonó el terreno de juego. Cuando lo hizo, se la dejó a Juric, un jugador que, siendo muy querido, no acumula una gran trayectoria en el club.
Con todo, aunque ostentar dicha condición suele ser un orgullo, en el caso del Real Valladolid es poco menos que una manzana envenenada, a tenor de lo vivido en las últimas temporadas, puesto que ya son varios los años seguidos en los que al menos un capitán se acaba yendo después de ser nombrado. Le pasó a Escudero, a Roque Mesa, a Deivid, a Antoñito... pero también a Joaquín, que lo fue a pesar de su negativa a renovar, o a Toni Villa, que, después de ser votado por sus compañeros, pidió marcharse al Girona a última hora en el mercado de 2022.
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