Un Barça más adulto
Apurado, Xavi prescindió de los más jóvenes (Balde, Fermín Lamine) en la cita contra el Oporto y subió la media de edad del equipo a 27,2 años. El plan puede repetirse contra Atlético y Girona.
En un apuro como estaba después de la derrota contra el Shakthar y el empate liguero en Vallecas, Xavi decidió darle a su equipo un toque más adulto contra el Oporto. Excepto en la portería (donde lo hubiera hecho si hubiese podido jugar Ter Stegen), alineó un treintañero por línea (Iñigo, Gündogan y Lewandowski) y prescindió de los más jóvenes que tenía disponibles (Balde, Lamine Yamal, Fermín). No puede decirse que no haya recurrido a ellos durante otros momentos del año. Lamine fue decisivo contra el Villarreal, Fermín estuvo fabuloso contra el Shakthar; Marc Guiu salvó el partido contra el Athletic…
Pero el partido contra el Oporto, como posiblemente lo serán los del Atlético y el Girona, requería de jugadores con más peso y eso hizo Xavi, que ‘envejeció’ la alineación y elevó la media de edad a los 27,2 años. Un promedio que hubiese ascendido si hubiese jugado el lesionado Marc-André Ter Stegen (31), en lugar de Iñaki Peña (24). Hubo un treintañero por línea. A saber, Iñigo Martinez (32), Gündogan (33) y Lewandowski (35). Rozaba la treintena João Cancelo (29) y los veinteañeros como Raphinha (27), De Jong (26) o Koundé (25) son jugadores ya con una trayectoria detrás. Incluso los más jóvenes, como Araújo (24), João Félix (24) o Pedri (21) llevan ya varias temporadas de aprendizaje en la élite.
En un momento de presión, que llega a ser asfixiante por momentos en Can Barça, Xavi quería trabajar sobre certezas y no cargar con una presión extra a los jóvenes, que ya están ayudando suficientemente al equipo y que en casos como Fermín, Lamine o incluso Guiu han sido casos inesperados, que no estaban en la hoja de ruta del técnico cuando empezó la temporada. Salvo sorpresa, el entrenador de Terrassa repetirá el once en el partido contra el Atlético porque, más allá de los errores de Koundé y el bajo momento de forma de Lewandowski, el resto de jugadores rindió a satisfacción. Aquellas declaraciones en las que el técnico se quejaba de la prensa y aseguraba que los jóvenes sentían esa presión y veían afectado su juego, eran una pista de por dónde anduvo el once contra el Oporto y por dónde irán los tiros en los próximos partidos.
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