Un aviso para fichar un ‘9′
Al Madrid se le hizo de noche de nuevo ante el Betis. Segundo partido consecutivo sin marcar y cuarto en 38 días. Las alarmas tintinean y Benzema no despierta.
Donde antes todo era gol, ahora es desesperación. En el Benito Villamarín, al Real Madrid se le volvió a hacer de noche. Segundo partido consecutivo sin marcar, los mismos que en los primeros 39 encuentros oficiales de la temporada y cuatro en 38 días. En el Clásico, los blancos utilizaron balas de fogueo. 13 disparos y ninguno de ellos terminó entre los tres palos. Contra el Betis, las oportunidades, más allá de los 15 tiros con 5 a puerta, sí que aparecieron. Valverde desde fuera del área, Vinicius en una complicada volea, Benzema a pase de Vini, Rodrygo con Claudio Bravo ya batido, Ceballos en el achuchón final (”No coloqué del todo bien el cuerpo; era una ocasión muy clara”, asumió el utrerano)... Todos agua. En el último tercio, la capacidad de decisión de los de Ancelotti se está nublando. Por contradictorio que parezca, el equipo más goleador de LaLiga (47, por los 46 del Barcelona) necesita gol.
El técnico de Reggiolo, obviamente, es consciente. Del “no hay problemas de gol, metimos cinco en Anfield” al “sólo hemos hecho un gol en los últimos tres partidos y a balón parado (Álvaro Rodríguez al Atleti), es evidente lo que falta. Tenemos que ser más efectivos”. Dos discursos separados por 36 horas. De la previa ante los verdiblancos al pospartido. De la anécdota al problema recurrente. En el Clásico copero, los de Xavi utilizaron un bloque bajo que maniató las ideas del Madrid hasta el punto de parecer un equipo de balonmano. Sin embargo, en el correcalles que fue por momentos el duelo frente al Betis, con infinidad de huecos entre líneas, el punto de mira, tanto para el chut como para el último pase, fue el de una escopeta de feria. “Hacemos un tiro más, demasiadas paredes...”, fue el lamento de Ancelotti en rueda de prensa.
Más datos en esta lluvia estadística. Es la segunda ocasión en las dos eras Ancelotti que el Madrid se queda a cero dos partidos de manera consecutiva. Lejos queda el inicio de temporada fulgurante, donde sumaron 31 puntos en la 11 primeras jornadas (10 victorias y un empate). Desde entonces, 22 unidades en 13 partidos (6 triunfos, 4 empates y 3 derrotas). Del liderato solvente a tener LaLiga casi imposible, con el Barça a nueve puntos. Aunque esta falta de tino se está volviendo endémica en las últimas fechas. El 29 de enero, tras un estupendo partido contra la Real Sociedad, llegaba el primer rosco (0-0). Una semana después, derrota en Mallorca (1-0). Barcelona y Betis completan este póker de ceros en poco más de un mes. De hecho, el único tanto en los últimos tres partidos, como bien reflejaba Ancelotti, se lo apuntó El Toro en el derbi. Al Madrid, en estos tres partidos que han afeado la obra de arte firmada en Anfield, le ha faltado plan B. Un aviso para fichar a un 9.
Un Benzema a medias
Necesidad potenciada por el nivel mostrado por Benzema en esta mala racha. Desde el club, el respaldo hacia Karim es total. “Yo no quiero un delantero alto, sino a Karim, que nos ayuda a mejorar el juego de ataque... y los datos están ahí: con él, somos el que más goles lleva de LaLiga. Un delantero centro alto nos obligaría a meter centros y ese, no es nuestro estilo”. Ancelotti dejó claro que, para él, el problema no es el lionés y desde la entidad no se pone en duda una renovación en la que el jugador tendrá la última palabra. Pero los obstáculos aparecen cuando el nivel de Karim, ya no en este tramo final sino en toda la temporada, se queda a medias respecto al Balón de Oro de 2022.
Benzema desatascó un sinfín de partidos la temporada pasada. Sus 44 goles y 15 asistencias en 46 partidos tuvieron gran parte de culpa del doblete Liga y Champions. Sin embargo, el Madrid no está pudiendo aferrarse con la misma asiduidad a sus excelencia. Esta campaña, Karim está siendo más terrenal y el Madrid lo está sufriendo. En sus primeros 40 partidos de la 2021-22 sumó 30 goles y 9 asistencias; en los primeros 40 de la 2022-23, 18 y 4, con seis tantos de penalti anotados en ambas temporadas. Números estupendos para casi cualquier delantero, pero el mayor enemigo de Benzema es la comparativa consigo mismo.
Un escenario con varias opciones
Su culto a cuerpo y profesionalidad es suprema, de ahí que al superar la treintena haya alcanzado su cénit. Pero la edad no perdona y a sus 35 años, Benzema ha caminado de la mano de los problemas físicos esta temporada. La lesión en la rodilla de Glasgow, el recurrente “cansancio muscular” preMundial, el jarro de agua fría que supuso su adiós a Qatar por un percance menor, Deschamps mediante... 12 partidos ausente que ponen sobre la mesa la necesidad de hacerse con otro delantero centro en verano. Demasiada enfermería. Demasiadas dudas.
Álvaro Rodríguez ya es uno más, pero Ancelotti fue sincero y reconoció que El Toro es alternativa puntual y no solución (”No quiero a un delantero alto...”). Que el Madrid fiche otro ‘9′ no significa dar la espalda a Benzema, sino cubrirse la suya propia. Hasta que se pongan a tiro, si lo hacen verdaderamente, Haaland y Mbappé en 2024, hay una temporada, la 2023-24, en la que Karim y Álvaro como únicos arietes se aventura arriesgado. Partidos como los de la Real Sociedad, el Mallorca, el Barça o el Betis son el mejor ejemplo. ¿Las opciones? Lanzarse a por un perfil más potente como Dusan Vlahovic, que sería factible, como informó AS, si el equipo blanco lo considerase necesario (habría que desembolsar sobre 100 millones de euros); o buscar un delantero de emergencia que podría ser una moneda al aire. Primavera y verano serán la estaciones de las decisiones en el Paseo de la Castellana.