Un aliciente llamado Supercopa
La plantilla del Sevilla ve como un desafío y una ilusión el duelo ante el Manchester City del próximo 16 de agosto. “No hay mejor motivación que jugar una final”, expone Lamela.
El Sevilla sigue preparándose en las instalaciones de Montecastillo con miras a sus primeros amistosos y a una puesta a punto que apunta de pleno al 16 de agosto y a una Supercopa de Europa marcada con letras doradas en la mente del plantel nervionense. La cita ante el Manchester City llena de ilusión a la plantilla y se ha convertido en un aliciente de oro para José Luis Mendilibar, que dirige al equipo con la satisfacción de sentir que el proyecto toma continuidad con el exitoso cierre de la campaña anterior, en la que el título de la Europa League certificó su peso en este equipo.
“No hay mejor motivación que jugar una final. Ganar un nuevo título sería bueno para el club. El City es un gran club. Nosotros somos también un gran equipo, que le podemos competir a cualquiera. Es lo que tenemos que tener en mente”, asevera Erik Lamela durante una intervención para los medios oficiales del club. Es la mentalidad de un grupo que cree en casi todo después de dar un vuelco total a la pasada temporada cuando aterrizó su actual técnico. “Empezar la temporada saliendo campeón lo cambia todo y da mucha confianza. Haremos lo posible desde la humildad y la confianza de que estamos al nivel de los mejores”, esboza a su vez Marcao. Toda una declaración de intenciones.
En el camino, mucho por hacer. Si José Castro, presidente del Sevilla, mostró ayer su confianza por la buena dinámica de estos primeros entrenamientos, Mendilibar espera que pronto haya movimientos de partidas para que también se ejecuten algunas llegadas que necesita para su plan. Víctor Orta acelera movimientos a sabiendas que el mercado también juega con los tiempos. En Nervión los focos se colocan en la búsqueda de otro trozo de gloria y la aventura comienza ya con los primeros amistosos de este verano.