Un acelerón para ser o no ser

El resultado del partido de este sábado contra el Girona dirá si el parón ha ayudado al Espanyol a resucitar o, por el contrario, le ha hecho seguir acumulando males. Lo que es seguro es que el bloque perico llegará con 20 días de ‘descanso’ al duelo que se disputará en Montilivi. Aplazado el encuentro de Liga que tenía que disputar ante el Valencia, los de Manolo González no compiten desde el derbi contra el Barcelona, el 3 de noviembre. Allí cayeron por 3-1 en lo que fue su tercera derrota seguida en Liga. Toca remontarse hasta abril de 2023 para ver una racha de cuatro o más partidos perdidos por el Espanyol (en aquella ocasión llegaron a seis, cuatro bajo la tutela de Diego Martínez y dos con Luis García) y de ahí que se quieran espantar fantasmas cuanto antes.

Podría servir de excusa, o de llamamiento a la calma, el hecho que el Espanyol tiene un partido aplazado (el del Valencia), pero lo que es seguro es que está en descenso. Y necesita ganar. En Girona se va a acoger a los números para adquirir confianza y estos indican que el bloque perico ha ganado en el 67 por ciento de sus visitas a Montilivi en LaLiga: tres partidos, dos victorias y una derrota. Ante ningún otro rival tiene un porcentaje de victorias visitantes más alto y los blanquiazules se agarran a ello. Todo input positivo es bienvenido y más teniendo en cuenta que este duelo del sábado será el pistoletazo de salida a una carrera al esprint hasta final de año.

El Espanyol, hasta el parón de Navidad, tendrá que afrontar seis partidos de Liga. Empezará contra el Girona y después jugará ante Celta, Getafe, Osasuna, Valencia (recuperará el partido aplazado) y Las Palmas. Tal y como está actualmente la clasificación se arroja una lectura rápida: cinco de estos seis rivales pueden ser considerados directos. A excepción de Osasuna, que es quinto con 21 puntos, el resto están en el campo de visión perico. Precisamente el Girona, su primer adversario, es quien está más lejos: ocho puntos. Esta distancia podría, en caso de victoria, recortarse a cinco y el futuro se presentaría más ambicioso y esperanzador. Va a tocar remar, y mucho, pero si algo tiene el conjunto de Manolo González es gen sufridor. Tocará bajar al barro y ahí, el Espanyol, se mueve bien.

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