Turu Flores: “Cuando paso por el Insular se me ponen los pelos de punta”
Estuvo apenas dos temporadas en Gran Canaria pero forjó una leyenda que todavía perdura. “El cariño es recíproco, por eso volví a la Isla”, insiste.
Parece imposible conseguir calar tanto en tan poco tiempo salvo en su caso. José Óscar ‘Turu’ Flores (Buenos Aires, 1971) llegó a Las Palmas en 1996 previo pago de 550 millones de pesetas a Vélez Sarsfield. Su fichaje rompió moldes en la época y robo miles de corazones que todavía le adoran. Así quiso recordarlo con Diario AS. Hoy se enfrentan dos de sus ex equipos en España.
¿Qué sensaciones y recuerdos se le despiertan con un partido entre dos clubes que conoce tan bien?
En Mallorca solo estuve una temporada pero la verdad es que fue muy buena, consiguiendo un título (Copa del Rey). Sobre todo dejando a gente que todavía está en el club y siempre es lindo reencontrarse con personas amigas y que te trataron muy bien. Obviamente, animaré y quiero que gane Las Palmas. Pero son sensaciones muy buenas.
¿Qué tipo de enfrentamiento espera?
Seguramente será un duelo difícil, duro. El Mallorca tiene grandes jugadores y un buen entrenador, que viene de hacer muy buenas temporadas en Osasuna. Las Palmas está ahora muy bien, así que espero que siga la racha.
El Mallorca fue hace unos meses finalista de la Copa del Rey, competición que ganó con usted en la plantilla en el año 2003. ¿Qué recuerdos tiene de aquel título y aquella temporada?
Tuve esa suerte, sí. La verdad es que fue un año espectacular. Los recuerdos son los mejores hasta el día de hoy. Es gratificante cuando vas al Estadio y hay una ‘gigantografía’ entrando a los vestuarios que dice que eres campeón de Copa. Me tocó la temporada pasada estar por allí. Fueron sensaciones muy lindas. Ahora, en la última competición de Copa también fue finalista. Desgraciadamente no pudo ganar pero hizo un gran torneo.
Mis recuerdos de Mallorca son los mejores a día de hoy. Fue un año espectacular y tuvimos la suerte de ganar la Copa del Rey".
Usted estuvo en Las Palmas entre 1996 y 1998. Pese a este breve tiempo es uno de los futbolistas más queridos en la Isla. ¿Le sigue llegando, a día de hoy, tanto cariño por parte de la afición?
Fueron nada más que dos temporadas, pero muy buenas. Es curioso porque la gente siempre me pregunta cuántas temporadas fueron: 4, 5, 6... Fueron dos años muy lindos. A día de hoy recibo el cariño de la gente, sobre todo de la gente mayor, que le cuenta a sus hijos (sonríe). El cariño es recíproco y por eso volví a la Isla, como digo siempre.
¿Qué sensaciones se le despiertan al recordar su paso por Las Palmas? Era un auténtico ídolo en el Estadio Insular.
¿Los recuerdos del Insular? Qué te voy a decir... Cada vez que paso por ahí se me ponen los pelos de punta porque se vienen muchos recuerdos a la cabeza. Paso seguido y siempre sucede lo mismo. Pienso en la previa del partido, cuando llegábamos con el equipo entre la gente y teníamos que bajar de la guagua y pasar por en medio. Cómo nos animaban, cómo se iba llenando... Se te pasan cosas muy lindas. Hoy es un parque. Las Palmas necesitaba un estadio con mayor capacidad, pero el Insular, para mí, fue algo único.
Unos años atrás regresó al club y se le vio trabajando con el primer equipo. ¿Cómo se produjo ese regreso a Gran Canaria? ¿Qué puesto ocupa actualmente?
Hace ya 5-6 temporadas que estoy allí por una llamada de Miguel Ángel (Ramírez, presidente) para entrenar. El título que tenía no me lo validaban en España, así que no pude. Al año siguiente llegué a la Isla y empecé a trabajar en el club. Pasé por varios sectores. Primero trabajando en la Secretaría Técnica, después en el cuerpo técnico. Pasé como segundo de Pepe Mel y después, con Pimienta, los primeros dos años, en Segunda, estuve también con él. Tras eso pasé a hacer tecnificación con los chicos del filial y toda la cadena. Pasé por varios sectores de la estructura del club, donde todavía sigo.
¿Cómo valora la reacción de Las Palmas con Diego Martínez en el banquillo?
La llegada de Diego le dio una inyección anímica importante al equipo. Con Luis Carrión trabajaba muy bien, esa es la verdad. En los partidos las sensaciones eran buenas. La llegada De Diego anímicamente el equipo creció muchísimo. Se ve reflejado en los resultados. Veo su llegada como muy positiva.
Como le pasó a usted en su día, muchos jóvenes argentinos que despuntan sienten la necesidad de marcharse bien pronto a jugar a Europa. ¿A qué se debe?
A futbolistas que recién comienzan a ser profesionales, sobre todo en Sudamérica, no solo Argentina, creo que les pasó siempre. Brindisi, Carnevali, Morete, a mí... Todos queremos, cuando somos jóvenes, jugar a la pelota. Y después, cuando te toca pasar al primer equipo, te vas encontrando cada vez mejor y querés seguir creciendo. Miras paras Europa, donde están las mejores ligas. El deseo de los jóvenes de seguir creciendo mirando para Europa, por todo lo que significa, no va a cambiar nunca.
Extremos que se tocan.
El de esta tarde en el Estadio de Gran Canaria será, de primeras, un partido de extremos. Resulta que Las Palmas, desde la llegada de Diego Martínez, ha conquistado nueve puntos de los 12 en disputa, apenas llevando encima la mácula del Metropolitano, mientras que el Mallorca solo ha podido rascar un empate en sus últimos tres partidos tras un gran comienzo de curso (sigue el partido en directo en As.com).
Los locales afrontan este duelo, además, con las ideas muy claras. Así, el once inicial se recita casi de memoria. Las únicas dudas con las que cuenta Martínez están en el doble pivote, donde Campaña y Javi Muñoz se podrían jugar una plaza, así con en la línea que protege en ataque a Fabio Silva, pues falta por ver cómo llega Moleiro, que viene de la Sub21, al partido. Mientras, Arrasate pierde a efectivos titulares como Maffeo o Larin y revulsivos como Abdón. El resto de bajas ya lo venían siendo partidos atrás. Es el caso de Lato, Cuéllar y Asano, que tampoco están disponibles hoy.
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