Ter Stegen, a la desesperada
Camino del cuarto mes de recuperación, al alemán se le acaba el tiempo para buscar una salida a su callejón sin salida si quiere tener opciones de jugar el Mundial.
Operado el pasado 29 de julio, y camino pues de su cuarto mes de recuperación, aunque él mismo llegó a auto-diagnosticarse tres antes de cambiar de opinión, Marc-André Ter Stegen explora el mercado en búsqueda de soluciones para encontrar un equipo que le permita jugar y tener la continuidad que Julian Nagelsmann le ha pedido le ha pedido para contar con él como portero titular de Alemania en el Mundial que se jugará en América del Norte en el verano de 2026.
En el Barça, Ter Stegen está en un callejón sin salida. Salvo lesión no deseada de alguno de los dos inquilinos de la portería, Joan García y Szczesny son los elegidos por Hansi Flick. Y un contratiempo del polaco tampoco solucionaría mucho la situación del capitán, que lo que necesita es jugar. Y la plaza de titular es indiscutiblemente de Joan García.
Con contrato hasta 2028, el altísimo salario de Ter Stegen también es un lastre para un equipo que volvió a tener serios problemas para inscribir el pasado verano, al punto de que Bardghji, finalmente, acabó con ficha del filial. El Barça facilitaría el traspaso del ex portero del Moenchengladbach, con el que se limaron asperezas después de un momento de tensión en el que fue desposeído incluso de la capitanía por haber ido por libre en verano, cuando se operó sin previo aviso al club y se negó a firmar en un principio la autorización para que fuese considerado baja de larga duración.
Mónaco, Manchester United o Besiktas son algunos de los nombres que han sonado en los últimos meses como posibles destinos para Ter Stegen, siempre en forma de cesión, ya que el alemán, aunque le dejasen salir gratis, no parece dispuesto a perdonar las cantidades que el club aún debe pagarle hasta que su contrato expire dentro de casi tres años. Eso sí, el tiempo le apremia. Además, en las últimas fechas ha aparecido el fantasma de Manuel Neuer, a quien la Federación alemana, a través de Rudi Voller, ha consultado acerca de su predisposición para descolgar los guantes de la Mannschaft, de la que en principio se había retirado. El movimiento tiene dos interpretaciones. El primero, que Nagelsmann no tiene claro que el capitán del Barça encuentre equipo. El segundo, que no termina de confiar en el rendimiento que pueda tener el portero.
Ter Stegen, mientras, trabaja en silencio, lejos de los últimos compases de la temporada pasada, en los que concedió entrevistas y presionó a Hansi Flick para ser el portero titular en las semifinales de la Champions ante el Inter, al punto de no viajar a Milán con el resto de la plantilla al partido de vuelta. El gesto molestó al entrenador alemán, que sólo podía contar con Ter Stegen si ‘desinscribía’ a Szczesny, una línea roja que no estaba dispuesto a pasar. La relación entre capitán y entrenador sufrió un desgaste, sólo hay que recordar el frío saludo en la presentación del Barça en el Gamper.
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Los esfuerzos de Ter Stegen ahora están basados en recuperarse en silencio de la lesión y sentirse al cien por cien para tomar la decisión clave de la temporada: demostrar ambición y salir rumbo a cualquier sitio a buscarse una plaza en el Mundial; o esperar en el Barça si no hay una opción que le seduzca o no se siente en plenitud física para regresar a tope en poco tiempo. En términos de fairplay, su vuelta no afectaría a corto plazo a Joan García, que fue inscrito con el 80% del salario que liberó el alemán con la confirmación de su baja de larga duración.
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