Tchouameni acepta el reto
Ancelotti reaccionó a su bajón con el banquillo en Las Palmas, pero el francés respondió dando el gol del triunfo en el día de su cumpleaños. Él y Camavinga peligran para el derbi.
Tchouameni llegaba al partido del Real Madrid ante Las Palmas marcado y Ancelotti demostró que era así sentándole en el banquillo para darle la titularidad a Camavinga. El ex del Mónaco se ganó adeptos en la Supercopa de España, pero los perdió todos con sus terribles minutos en el derbi de Copa y con su actuación insulsa ante el Almería en la anterior jornada de Liga. El propio Ancelotti reconoció que la eliminación de Copa llevaba en parte sus huellas: “Pudo defender mejor en el gol de Griezmann, de eso no hay dudas”.
A eso se suma la necesidad de hacerle rendir de central mientras Militao no esté listo, más ahora que Nacho pasa un momento complicado. Y en Las Palmas el elegido de Carletto fue Camavinga, otorgando a Tchouameni un amargo regalo de cumpleaños: en el día del 24º aniversario de su nacimiento, el francés vio el partido desde el banquillo durante 81 minutos, hasta que el italiano quiso darle un timonazo al centro del campo.
Ancelotti argumentó cansancio de Camavinga para retirarle del campo, seguramente con razón: fue el medio del equipo blanco con mayor despliegue, recuperó seis balones, realizó cinco entradas y provocó seis faltas, de largo el que más en el Madrid. A Tchouameni le quedaron apenas 18 minutos, prolongación incluida, en la que le sobró para influir: cabeceó el 1-2 a la red, en una jugada calcada a la de su otro gol de blanco, esta temporada en Girona (córner lanzado por Kroos y rematado por el francés). En ese poco tiempo le dio para ganar un balón aéreo, hacer dos faltas (una muy dura, merecedora de amarilla) y dar cuatro pases, todos buenos. Aurélien acepta el reto de Camavinga y ambos tienen cerca el peligro: están apercibidos y, si alguno ve amarilla ante el Getafe, no podrían jugar el inminente derbi del Bernabéu.
Empezó el duelo con el morro torcido, pero lo acabó exultante. Al ser preguntado por cómo había celebrado su cumpleaños a domicilio, respondió: “Muy bien, con un bizcocho en el hotel (una tarta que le hizo el pastelero del Hotel Santa Catalina de Gran Canaria, ver foto arriba). Ahora volvemos a Madrid para disfrutar de esta victoria y a disfrutar de mi cumpleaños”. El debate, pase lo que pase, no está cerrado. Pero Tchouameni estaba bajo la lupa y respondió.