Swedberg, del ostracismo al estrellato
El sueco fue el segundo jugador más eficaz de la pasada Liga, solo superado por Arda Guler, y esta temporada ha empezado con gol y asistencia en 45 minutos.
Williot Swedberg aterrizó en Vigo como un auténtico desconocido, siendo la principal apuesta de Luis Campos nada más coger las riendas del Celta. La entidad olívica pagó 5 millones de euros al Hammarby por un futbolista de apenas 18 años y su primera temporada en Balaídos fue prácticamente en blanco. Coudet no contó nada con él y Carvalhal tampoco lo sacó del ostracismo. Todo ello derivó en críticas a Luis Campos por gastar tanto dinero en un futbolista que esos cuerpos técnicos no veían preparado para la élite.
Sin embargo, todo empezó a cambiar el año pasado. Benítez le dio algunas oportunidades y el sueco respondió con goles importantes en los escasos minutos que tenía. El sueco fue el héroe de dos victorias agónicas ante Almería y Betis. No obstante, el gran cambio se produjo con la llegada de Claudio Giráldez. De hecho, el porriñés lo puso de titular a la primera oportunidad que tuvo, una vez el extremo superó una lesión en el pie que le mantuvo un mes alejado de los terrenos de juego. Su respuesta, el gol que sirvió para darle la vuelta al marcador ante Las Palmas. Otra vez diferencial. También marcó un tanto fundamental en la victoria que selló la permanencia virtual frente al Athletic en Balaídos.
Swedberg acabó la pasada temporada con 5 goles en 434 minutos, lo que supone un promedio de un tanto cada 86 minutos. Esa efectividad le aúpo al segundo puesto de la Liga, únicamente superado por Arda Guler, y le convirtió en uno de los mejores de las cinco grande ligas en ese aspecto. El sueco ha ido ganando peso en los planes de Claudio Giráldez y llegó al inicio de Liga peleando de tú a tú el puesto a Jonathan Bamba, uno de los fichajes estrella del año pasado. Empezó en el banquillo, pero el preparador celeste enseguida le dio entrada cuando las cosas iban mal.
El internacional sueco entró al campo en la reanudación de la segunda parte y su intervención fue vital para que el Celta remontase el partido que iba perdiendo frente al Alavés. Apenas llevaba veinte minutos en el terreno de juego cuando dejó boquiabierto a todo Balaídos con un golazo espectacular, propio de un talento de mucho nivel. El extremo celeste sorprendió a todos con un exquisito golpeo de exterior ante el que nada pudo hacer Sivera. Por si esto fuera poco, completó su genial encuentro con una sensacional asistencia a Aspas para que anotase el definitivo 2-1. Ha pasado del ostracismo al estrellato en dos años. De ser el centro de las críticas por no jugar a ser uno de los futbolistas preferidos de Balaídos. Y solo tiene 20 años...
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