Suspensos del Pucela: Arrodillados, un día más

El Real Valladolid encajó una nueva goleada, la enésima de la temporada, en otra actuación lamentable. Diego Cocca ya no está, pero la entidad blanquivioleta sumó otra vergüenza más; esta, contra el Athletic, poco achacable a un Álvaro Rubio que no fue capaz de insuflar a sus jugadores lo necesario para parecer en San Mamés un equipo de Primera División.

Hein: Lento de reacción en el 1-0, aunque minutos después salvó el segundo en una jugada igual. En el 2-0, se vence al lado contrario. Aun con todo, realizó nueve paradas.

Luis Pérez: Al menos tres de los goles le son imputables; por lo menos, en los de Nico Williams. Perpetró uno de sus peores partidos como blanquivioleta. Resultó letal.

Aidoo: El equipo contuvo la respiración en un rechazo que le golpeó en el pecho. Fue quien mejor estuvo con el esférico, aunque no dijera mucho eso. Se marchó con molestias físicas.

Javi Sánchez: A su espalda, el Athletic pudo aprovechar para hacer el segundo en el minuto 20. En un choque con Maroan, tuvo que recibir atención por un golpe en la ceja. Recibió el séptimo arrodillado, signo de lo que fue el equipo.

Torres: Le faltaron unos cuantos petit suisse como para poder ganar el duelo a Maroan en el tercero... La segunda parte la jugó en el lateral y, ahí, Iñaki Williams le quitó las pegatinas en el sexto.

Candela: Permite con demasiada facilidad el centro de Iñaki Williams. Fue un auténtico coladero. Naufragó a pierna cambiada y fue sustituido al descanso.

Juric: En el tanto de Jauregizar, para variar, se hunde demasiado. Apenas intervino con balón. Y, para redondear otro desastre, vio dos amarillas en dos jugadas en las que, por decirlo así, pudo hacerlo mejor.

Mario Martín: Le puso arrojo, pero le pasaron por encima. Jauregizar se ganó los galones ante un centro del campo desarbolado y desordenado.

Chuki: Tarda en activarse en la frontal en la jugada que finaliza Jauregizar en el 1-0. Le pasó parecido en alguna que otra jugada más. Fue de los sacrificados al descanso.

Sylla: Recogió la banda en fase defensiva en ocasiones. Se sacó un buen disparo entre cuatro en el gol anulado. Lanzó bien la transición del 4-1. Acabó enfadado con Vivian.

Marcos André: Fue un islote al que sus compañeros, entre pelotazo y pelotazo, no encontraron. Proyectó a Sylla después de una buena conducción.

También jugaron en el conjunto de Álvaro Rubio:

Machis: Sacó un disparo al poco de arrancar la segunda mitad que amenazó a Unai Simón.

Raúl Moro: Habilitó la carrera de Sylla para el 4-1 nada más salir. Tras un eslalon, se sacó un buen disparo que evitó el portero.

Grillistch: Ni rompió a sudar. En el sexto gol le faltó ponerle un café a alguno.

Cömert: No llegó a tapar el sexto tanto. Uno más en medio de la desidia.

Nikistcher: Intervino poco, más allá de la presencia física que ofreció.

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