Su Santidad Marko Dmitrovic
Además de salvar al Sevilla ante Fenerbahçe y Almería, el serbio ejerce de líder en momentos clave como la agresión de Eindhoven: “Tras un error no se mira atrás”.
Marko Dmitrovic tuvo que sustituir a Yassine Bono en el Sevilla cuando se enfilaba el final de una accidentada primera parte contra el Almería, y con 0-1 ya en el marcador. El portero serbio, protagonista ya en la ida de la encarrilada eliminatoria ante el Fenerbahçe hacía sólo tres días, volvió a evitar varios goles con un mano a mano ante Luis Suárez y dos paradas de remates a bocajarro almerienses, además de mostrar una tremenda sobriedad en el montón de balones aéreos que acabó colgando el equipo de Rubi durante los últimos instantes. Dmitrovic salvó al Sevilla con todo el contenido que puede acarrear la palabra salvar: los tres puntos se antojan vitales para la permanencia en Primera del club de Nervión.
Dmitrovic ejerce de santo y líder, de santidad, en un lugar al que en los últimos tiempos anda dominando una total histeria. Los nervios provocaron que Joan Jordán perdiese ese balón que le puso de cara con uno de los delanteros almerienses pero lejos de abroncarlo, como suelen hacer muchos porteros, el guardameta balcánico abrazó y consoló al centrocampista catalán: “Hay que mantener la cabeza fría. Todo el mundo se equivoca, pero no hay que criticar en las situaciones negativas. Después del error no hay que mirar atrás, hay que seguir en la misma línea”, afirmó el portero todavía sudoroso en los micrófonos de DAZN.
Ese temple absoluto en momentos de máxima tensión presidió también el comportamiento de Dmitrovic en Eindhoven cuando un aficionado del PSV saltó al campo y le agredió. Las imágenes del portero del Sevilla aguantando estoico los envites del hincha, que ha recibido una pena de tres meses de prisión, dieron la vuelta al Mundo. Marko se limitó a reducirle mientras llegaban los miembros de seguridad del Phillips Stadion, en otra muestra de su calidad como persona, más allá de sus grandes condiciones como portero.
Del señorío de Dmitrovic habla la buena relación que mantiene con Yassine Bono, que tuvo que ser trasladado al hospital pero por fortuna pasó la noche en su domicilio, sin lesión aparente. Marko se acordó del hombre con el que compite por un puesto en la portería del Sevilla, pero no más allá: “Antes que nada quiero desear pronta recuperación a mi amigo y colega Bono, espero que se encuentre bien”.