Söyüncü puede no ser el único
El Atlético, que cerró hace meses al turco como agente libre, sigue explorando esa vía. Doherty y Witsel son las últimas incorporaciones con esa fórmula. El puesto de central, a examen.
En tiempo de vacas flacas, toda oportunidad de mercado es poca. Y el Atlético ha afilado los colmillos los últimos meses en busca de jugadores cuyos contratos permitan evitar las negociaciones con el club de origen. Caglar Söyüncü es el último ejemplo. El 1 de diciembre AS informaba de las intenciones rojiblancas para hacerse con un central que a sus 26 años (cumple 27 la próxima semana) todavía tiene mucho fútbol en sus piernas y era uno de los grandes deseados de la Premier League. El entorno del futbolista confirmaba la afinidad para llevar las negociaciones a buen puerto, algo que se certificó en enero cuando el turco entraba en sus seis últimos meses de contrato.
Una vez asegurado el futuro de Söyüncü, que se incorporará el próximo curso, al Atlético le cayeron otras dos opciones del cielo. Ante la salida de João Félix y Matheus Cunha, los esfuerzos viraron hacia Memphis. El neerlandés finalizaba su contrato con el Barcelona en junio y su prioridad fue vestir la rojiblanca. Algo que permitió adelantar el acuerdo a enero (la última oportunidad blaugrana de ingreso) con un pago de traspaso muy bajo para un delantero de su calibre, aunque incluyendo una opción de compra sobre Carrasco para este verano. La misma fórmula que un invierno antes había dado con Reinildo y Wass en el Atlético. Llegar a un acuerdo para junio como agente libre y ofrecer un traspaso a la baja como última baza de ingreso en enero.
Y, sobre la bocina, el club aceleró su búsqueda de un lateral derecho después de encallarse la intentona de adelantar a Söyüncü. El Tottenham firmaba a Pedro Porro y ofrecía la carta de libertad a Matt Doherty, que en enero firmó un contrato de seis meses como rojiblanco que no se alargará salvo enorme sorpresa de última hora. Pero Söyüncü puede no ser el único agente libre del verano. Todo dependerá de la competencia y aspiraciones de los candidatos. Especialmente en puestos donde la competencia es alta. Caso de la portería si sale Grbic, el lateral derecho propiedad de Nahuel Molina si las negociaciones con Arnau Martínez no fructifican o del lateral izquierdo. Raphaël Guerreiro es uno de los últimos nombres que han llegado a las oficinas del Cívitas Metropolitano. Acaba contrato con el Borussia Dortmund y a sus 30 años es una apuesta totalmente contrastada, aunque concentra candidatos y la exigencia es una alta prima de fichajes. También se ha explorado la posibilidad de firmar a Marcus Thuram para la delantera. A sus 25 años, el internacional francés es uno de los jugadores que quedarán libres con más propuestas. La enorme competencia es la principal barrera para el Atlético.
Witsel, Marcos Paulo, Héctor Herrera, Torres....
Haciendo repaso, Witsel se convirtió el pasado verano en el noveno agente libre en firmar por el Atlético de Simeone. El belga fue el plan B a Boubakar Kamara, que acabó eligiendo al Aston Villa, y se ha convertido en una pieza importante para el Cholo. Pese a que su posición natural es la de pivote, Simeone contaba con su polivalencia atrás y ha acabado teniendo mayor protagonismo como central. Acumula 2.702 minutos, el séptimo que más de la plantilla y su contrato se ha ampliado hasta 2024. Echando la vista atrás, Marcos Paulo se sumaba al club en 2021 finalizado su contrato con Fluminense. Su cesión al Famalicao portugués no fue fructífera y actualmente milita a préstamo en el São Paulo.
Witsel precisamente cubrió la baja de un Héctor Herrera que se sumó al Atleti en el verano de 2019 desde el Oporto, donde portaba el brazalete de capitán y era pieza indiscutible. Con Simeone le costó hacerse con minutos, aunque llegó a alternar en sus tres cursos momentos de buen nivel en el centro del campo, dotando de fluidez al equipo y teniendo en las lesiones un gran hándicap siempre que encontraba su espacio. Tres años antes, el Atlético se quedaba con los derechos de un Fernando Torres que jugaba desde enero de 2015 como cedido por el Milan.
El Niño, que solo había vestido seis meses la camiseta italiana, acabó su contrato de cesión y firmó uno nuevo ya como agente libre con el equipo de su corazón para acabar encadenando una segunda etapa en el club de tres años y medio (38 goles). Actualmente dirige al Juvenil A. No compartiría vestuario con ninguno de las dos incorporaciones libres del verano de 2013. Ambas fueron fugaces, pero especialmente la de un Demichelis que no llegó a debutar en partido oficial con el Atlético. Se sumó al club desde el Málaga, pero acabó saliendo en ese mismo mercado al Manchester City a cambio de los servicios de Alderweireld. Aranzubia sí disputaría esa campaña del título de Liga, aunque apenas tuvo participación y vio una incomprensible roja directa contra el Almería.
En el mercado de 2012, se había apostado por ese formato para incorporar a Domingo Cisma, Emre y el Cebolla Rodríguez. Tan solo el uruguayo tuvo continuidad en el equipo, participando durante dos temporadas y media y siendo un recurso muy importante para Simeone en las dos primeras (acabó con 98 partidos de rojiblanco y cinco goles). Cisma disputaría ese año 10 partidos como suplente de Filipe antes de marcharse al Elche y Emre duró únicamente seis meses, los que tardó en regresar al Fenerbahçe. No fueron fichajes especialmente protagonistas. Pero con el Cholo sí fueron piezas básicas otros fichajes a coste cero.
Miranda y Adrián se sumaron en 2011, seis meses antes de Simeone, tras acabar sus contratos en Sao Paulo y Deportivo y fueron vitales en el centro de la zaga y en la delantera del Atlético. En ese 2011 se confirmó la continuidad de Tiago, que había jugado una temporada y media cedido por la Juventus hasta agotar su contrato y poder firmar por el propio Atlético, convirtiéndose en un faro del centro del campo. Retrocediendo un poco más aparecen jugadores como Juanito o especialmente Ujfalusi, que acabaron sumando después de incorporarse al club como agentes libres.