Sólo cabe uno
Güler y Brahim pugnan por un puesto en la mente de Ancelotti ante la Real Sociedad. El turco viene de brillar con su selección haciendo ese rol, pero el hispano-marroquí está en racha goleadora.
El jueves asomó el milagro en Valdebebas, pero el viernes se esfumó y Ancelotti tendrá que componer ante la Real Sociedad esta noche en Anoeta un centro del campo de circunstancias. Tchouameni y Bellingham parecieron poder llegar al encuentro, pero finalmente pesó más la precaución ante sus respectivas lesiones y ni viajaron al País Vasco; de hecho, ni siquiera está claro su concurso en el debut de Champions ante el Stuttgart en el Bernabéu el martes, a tenor de las palabras de Ancelotti. A ello se unen las lesiones ya sabidas de Ceballos y Camavinga, ambos aún con tiempo de recuperación pendiente, lo que deja al Madrid con pocos efectivos en la medular. Valverde, el único teórico titular que queda en pie, jugará seguro, acompañado por Modric. Y la duda está entre dos nombres de perfil similar: Güler o Brahim.
Lo reconoció el propio técnico del Madrid en rueda de prensa, que su gran disyuntiva a la hora de formar el once de San Sebastián pasa por elegir a uno de los dos para el medio: “Buena pregunta… Es la duda que tengo. Puede ser que podamos cambiar el sistema también. La duda es cambiar el sistema o adaptar a alguno de esos dos jugadores al sistema de tres medios, pues no están tan acostumbrados en un esquema de tres medios”. El matiz es importante: Ancelotti cree que el 4-3-3 está hecho para jugadores con despliegue, con recorrido a la hora de defender, y no sería ese el perfil del turco ni del hispano-marroquí, y sí mucho más de Valverde, de Tchouameni, de Camavinga, de Bellingham...
Si mantiene el sistema, Güler y Brahim ya saben lo que pide Ancelotti a un interior del 4-3-3, porque lo dejó bien claro tras el último entrenamiento del equipo: “A un interior le pido que defienda… y que ataque. No es tan complicado… En el 4-3-3, no es tan utilizado un interior en la salida del balón, sino más en meterse bien entre líneas, posicionarse bien, recibir y meter pases a los delanteros. Y en defensa es diferente a un extremo, tiene que meterse más por dentro. En un 4-3-3, el trabajo de un interior es mucho más intenso que el de un extremo”. Queda claro que no le preocupan a Carletto las aptitudes con balón de ambos jugadores; pero sí tiene ciertas dudas sobre cómo se van a comportar cuando toque presionar y cubrir espacios.
Los argumentos de Brahim y Güler
Bien es cierto que no fue preguntado especialmente por Brahim y sí por Güler, pero pareció deslizar Carletto que es el turco el que parece más hecho para este rol, algo que ya había insinuado en la pretemporada, si bien aclaró entonces que lo veía como posibilidad de futuro. Este viernes insistió en que se trataría de una probatura no ensayada, pero viable: “Güler no puede jugar en el doble pivote, pero sí puede jugar como interior. Habría que entrenarlo, nunca lo hemos hecho, pero tiene las características para jugar en esa posición. Es resistente, tiene calidad física. Pero no puede defender como un pivote. Lo está haciendo bien, jugó una hora ante el Valladolid y lo hizo bien. Va a tener más protagonismo, es verdad. Ser indiscutible es más complicado, porque no veo indiscutibles en esta plantilla...”.
Parece que es Güler el que arranca con ventaja, pero ambos tienen argumentos. En concreto, que vienen de un parón de selecciones en el que los dos han dejado argumentos para confiar. En el caso del turco, jugó todos los minutos en los dos partidos con Turquía y en el segundo brilló de forma especial, sirviendo una asistencia excelente. Pero lo mejor es que hizo un partido completísimo como interior derecho, el rol necesita emplear en el Reale Arena. Brahim, por su parte, jugó menos (algo más de 100 minutos entre ambos partidos), pero en ambos dejó su sello: anotó un gol ante Gabón y otro ante Lesoto, vital para ganar.
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