Sobran titularísimos
Alaba, Tchouameni y Carvajal vuelven el jueves. En su ausencia, Camavinga, Nacho, Rodrygo o Ceballos han dado varios pasos al frente. Bendito problema para Ancelotti.
En los últimos partidos, una mirada al banquillo de Ancelotti estaba lejos de ser balsámica. Es más, ante Valencia, Barcelona, Villarreal, Athletic y Real Sociedad no ha agotado los cinco cambios. Contra el Atleti, el quinto llegó por lesión de un Rodrygo que obró su milagro tras partir como suplente. Una dinámica impulsada por la cuesta de enero, donde los problemas físicos han provocado ‘overbooking’ en la enfermería. Alaba y Tchouameni cayeron en la previa de la Supercopa, Lucas Vázquez lo hizo en Arabia, Carvajal y Mendy a la vuelta y entre medias, Hazard la visitó brevemente. Mucha ausencia que ha servido de trampolín para tres suplentes de oro, Ceballos, Nacho y Camavinga, con el añadido de un Rodrygo que lleva meses en el limbo, que ahora derivan en problema bendito para Carletto cuando los titularísimos reciban el alta.
“Carvajal volverá el jueves, Alaba y Tchouameni también”, anunciaba Ancelotti. Regreso necesario, puesto que se tratan de tres indiscutibles y sobrevivir a un calendario lleno de minas sin fondo de armario se antoja quimérico. No obstante, el regreso de pesos pesados choca con el ascenso de secundarios aspirantes a más. Dani Ceballos transitaba en el furgón de cola esta temporada. Con la sensación de merecer más de lo que recibía en cuanto a oportunidades. Un futbolista apreciado por Ancelotti, por el vestuario, sin suerte con las lesiones (el tobillo el curso pasado, el isquio izquierdo en el presente)... y con la competencia. Casi invisible por momentos, el trantrán de Kroos tras el parón, el excesivo castigo físico al que Modric, a sus 37 años, se ha visto sometido, las bajas de Tchouameni, Alaba y Mendy, con la consiguiente reubicación de Camavinga, han ido abriéndole cada partido más puertas. Y Ceballos las ha ido cerrando a su paso. En Vila-Real, el Madrid se abrazó al utrerano para remontar, brilló en San Mamés, en el derbi copero y lideró la sala de máquinas contra la Real Sociedad en otro encuentro para ponerle marco. Con todos sanos, ¿quién ‘sobra’? El mediocampista más en forma que tiene Ancelotti en estos momentos es Ceballos...
Dos garantías
Un triple retorno que también afecta a Nacho y Camavinga, que ha aprovechado su polivalencia para encadenarse a la titularidad. El “siempre cumple”, regularidad sobresaliente, que acompaña al canterano blanco desde tiempos inmemoriales gana decibelios cuando el resto de las piezas defensivas desafinan. Nacho siempre pulsa la tecla correcta. Como lateral derecho, izquierdo o central, su posición favorita. Es el carril del ‘2′ el que le ha abierto la puerta hacia la titularidad últimamente. Athletic, Atleti y Real Sociedad han sido partidos donde las ausencias de Carvajal y Lucas no se han notado. La sorpresa, en realidad, hubiera sido lo contrario. La pelota, cuando el leganense recupere el tono, estará en el tejado de Ancelotti.
Al igual que con Camavinga, reconvertido a lateral izquierdo aunque haya deslizado que eso no es lo suyo. “No es mi sitio, pero estoy aquí para ayudar”. Lo ha hecho, y mucho. Tras toparse con el muro de la titularidad en la Supercopa, Cama ha ido creciendo. Primero como pivote, donde le favorece ver el fútbol de cara y luego, tras la lesión de Mendy, como ‘3′. Notable contra el Atleti, destacando en la remontada y rozando el sobresaliente frente a la Real, cumpliendo en defensa y conectando de manera estupenda con Vinicius, demostrando que hablan el mismo idioma, el de la verticalidad. Desde la polivalencia, Camavinga oposita a abandonar el rol de jugador número 12, que solo rinde como reconstituyente.
El limbo de Rodrygo
Aunque el rey en ese limbo entre la titularidad y la suplencia es Rodrygo Goes. Futbolista a tiempo completo, hacedor de milagros cuando la necesidad apriete. El Clásico en la semifinal copera sería una mera ensoñación sin las dos apariciones del atacante de Osasco. Un golazo al Cacereño y obra de arte contra el Atleti, cuando los de Simeone paladeaban el triunfo. Dos pinceladas más a su cuadro de gestas. Los problemas físicos de Benzema le entregaron la llave de los minutos a principio de curso y siempre que alguien se ausenta, Rodrygo es titular (es el séptimo jugador en minutos de la plantilla, con 1.833′). No obstante, con toda la artillería, la duda aparece. Ancelotti reconoció que le gusta el 4-2-3-1. Un esquema donde el de Osasco brilla entre líneas. Su velocidad de pensamiento y de acción y talento combinativo reluce con Benzema de ‘9′ y escoltado por Vinicius y Valverde. Pero, de nuevo, ello implicaría sentar a alguno de los titularísimos...