Sísifo tiene equipo en la Liga
El pecado mortal del Espanyol están siendo las 21 jornadas que ha empezado perdiendo, más que ningún otro Primera, sin ni una sola remontada. Marcar primero lo cambia todo.
Parece haber entrado en bucle el Espanyol, con seis derrotas consecutivas y con una conducta que le ha llevado a una situación delicadísima no sólo durante esta mala racha sino a lo largo de toda la temporada. La del Sísifo de la Liga, un equipo condenado a cargar con una pesada piedra un partido tras otro, o lo que es lo mismo, a empezar perdiendo y verse en la obligación de remontar, sin jamás conseguirlo.
En 21 de las 29 jornadas de esta Liga ha comenzado el Espanyol recibiendo el primer gol en contra, lo que no tiene parangón en ningún otro equipo de la competición (le siguen Elche, con 20, y Girona, con 18). Y lo peor es que de esos 21 partidos, 62 puntos en juego, tan solamente ha sido capaz de sumar ocho, fruto de otros tantos empates. El resto, hasta 13, los ha acabado perdiendo. Y absolutamente ninguno lo ha ganado. Lo sucedido en el Villamarín frente al Betis (3-1) y la semana anterior contra el Athletic Club (1-2) es una herencia del pasado más inmediato que el cuerpo técnico de Luis García está obligado a cortar de raíz.
Porque, si bien el Espanyol es incapaz de ganar un solo partido cuando le marcan primero, la garantía de éxito es prácticamente total cuando el que dispara en primer lugar es el equipo perico. En ocho ocasiones le ha sucedido en esta Liga 2022-23, con un balance de seis victorias (todas las que tiene, cuatro de ellas con la portería a cero), un empate y una sola derrota, la del Bernabéu frente a todo un Real Madrid (3-1). 19 puntos sobre 24 posibles.
Es decir, si se avanza en el marcador el Espanyol consigue el 79,1 por ciento de los puntos en juego, mientras que si recibe en primer lugar únicamente suma el 12,6 por ciento. De unos números de Liga de Campeones a unos clarísimos de descenso. La sangría anula la altísima capacidad anotadora de una escuadra que lleva 15 partidos seguidos marcando. El Sísifo de la Liga debe depositar la piedra de una vez por todas y echarse a correr hacia la cima de la permanencia.