Sin ‘killers’ en La Fábrica
Con Álvaro Rodríguez con ofertas e Iker Bravo flamante fichaje del Udinese, en Valdebebas hay crisis de nueves goleadores. El Real Madrid C y el Juvenil no surten.
Lejos quedan los tiempos en los que Borja Mayoral reventaba registros de goles en La Fábrica como un nueve incontestable. Ahí quedaron sus 42 dianas con el Juvenil A de Ramis en el curso 2014-15. Fue el último gran especialista del área en las estepas de Valdebebas. De los cinco madridistas que salen brillantemente en la foto de La Rojita campeona de Europa Sub-19 hace una semana, ninguno es delantero centro. Fran González es portero, Jacobo Ramón actúa como central, Chema y Cristian David son mediocentros y Pol Fortuny, un diez de zurda juguetona. El nueve (y héroe) del éxito fue Iker Bravo. Que en junio vació su taquilla de Valdebebas y ahora pone sus goles al servicio del Udinese en la Serie A.
Una crisis de nueves, que no de dieces (Nico Paz, Fortuny...), llamativa en una cantera que acostumbra a tener lo más granado de la posición. Por lo menos, en su trayecto formativo. Por allí pasaron en poco más de la última década y goleando sin piedad el actual capitán de la Selección, Álvaro Morata (44 goles en 83 partidos con el Castilla), este Joselu (40 tantos en 73 duelos con el filial blanco) reverdecido en el tramo final de su carrera y con cifras más modestas los ahora valencianistas Hugo Duro y Dani Gómez, el Tiburón de Alcorcón, que aún así registró las mejores cifras en la Youth League (11 goles en 16 partidos) después de las de Mayoral (15 dianas en 11 encuentros europeos).
El actual ariete de referencia del Castilla, el internacional Sub-20 uruguayo Álvaro Rodríguez, dejó la gira por Estados Unidos por un inoportuno esguince mientras recibía ofertas de Primera, aunque sea un punta más de trabajar que de perforar (21 tantos en 79 partidos con el filial). Entendible, porque hasta hace dos temporadas jugaba en banda pero fue Raúl el que le vio potencial como nueve. Tampoco el Real Madrid C surte de un delantero centro en cifras que desencajen mandíbulas. El pichichi en el año del ascenso a la Segunda RFEF que estrenará esta temporada el segundo filial fue otro extremo, Esteban Aparicio y sus 12 goles. Con 23 años acaba de fichar por el Alcorcón...
La solución podría venir de Loren Zúñiga, fichado en enero pasado del Málaga (allí no vio portería en partido oficial) después de un largo cortejo. Con 21 años, se fogueó en el Real Madrid C en Segunda RFEF esos meses restantes de campeonato siendo prolífico con ocho goles, pero su verdadera dimensión tiene que verse en el Castilla. Raúl podrá evaluarlo de cerca y en pretemporada está llamando a la puerta: ya lleva tres zarpazos..
En manos de Iker Bravo
El Juvenil A de Arbeloa la temporada pasada sufrió de numerosos altibajos pero dispuso de las abundantes dianas de un talento muy por encima de la categoría, el de Iker Bravo. En realidad, fue un downgrade para el catalán. Su actitud en el Castilla frunció el ceño de Raúl, de parte del vestuario y de miembros importantes de Valdebebas. Arbeloa lo acogió en el primer Juvenil y ahí el nueve renació. De lo lindo. 17 tantos ligueros y tres más en la UEFA Youth League. Antes de irse al Europeo Sub-19 confirmó que no seguiría en La Fábrica terminada esta cesión de dos temporadas. Del torneó salió pletórico como MVP y con un sustancioso contrato con el Udinese en la Serie A italiana por cuatro temporadas. Y el Madrid, sin el quizá mejor delantero por potencial de toda la cantera blanca.
Su partenaire goleador en el Juvenil fue el sensacional Hugo de Llanos, con sus 21 tantos en lo doméstico y cuatro en lo europeo. Aunque no computa como delantero de referencia, porque en realidad es un centrocampista. Con una llegada letal, eso sí, pero no un especialista del área. Es, en ese aspecto, es una continuación del castillista Gonzalo (20 años, 10 goles el curso pasado), también caído a banda. Hasta categoría Juvenil, de gatillo muy fácil cuando tiene que hacer de punta; pero la Primera RFEF es otra dimensión y queda por ver cómo gestiona ese importante trecho.
Jacobo Ortega, el más prometedor
Dentro del espectacular Juvenil B del curso pasado, que hizo 93 puntos y 116 goles a favor, el reparto fue muy coral. Jacobo Ortega (23 goles) hizo una gran campaña, pero ni siquiera fue el pichichi del Grupo 12 de Liga Nacional Juvenil, al ser superado por los 24 del rojiblanco Sergio Esteban. Es, por estilo, lo más parecido a un ariete puro solvente que hay en los cinco primeros equipos de la pirámide formativa, pero es llamativo que, con 18 años, aún no haya vestido la camiseta nacional en ninguna categoría. Si funciona en el Juvenil A, puede ser la esperanza en la posición.
Precisamente el Europeo Sub-17 de Chipre de finales de mayo pasado contó con el gaditano Daniel Yáñez (17 años) como el único delantero madridista en La Rojita, aunque su electricidad viene en descargas desde la banda, porque es extremo. De hecho, su gran habilidad está fuera del área. Tiene un lanzamiento de falta como no se veía desde Óscar Rodríguez y de hecho de esa suerte le hizo a Portugal el único gol español en la derrota por 1-2 en el estreno en el Europeo. Vertiginoso, pero no es un killer.
Más hacia abajo, ya lejos de esas categorías cercanas al fútbol profesional, sí que asoman chicos con cifras potentes. Sigue apuntando alto el ceutí Álex Mora (16 años), internacional Sub-16 durante la temporada pasada en el Cadete A. Justo por debajo, uno de los jóvenes delanteros madridistas que más expectación genera: Enzo Alves (14), el hijo de Marcelo, que perforó 24 veces la portería rival en la competición liguera y luce un físico muy poderoso para su edad.
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