Simeone tiene su primer ‘once’ claro
El Atlético cierra el viernes con otro entrenamiento intenso en Los Ángeles de San Rafael que conjuga carrera, táctica y balón. João y Llorente trabajaron al margen en el gimnasio.
El Atlético se ejercitó esta tarde por segunda vez en el día sobre la hierba de Los Ángeles de San Rafael. Y volvió a hacerlo intenso. Es el penúltimo día de la estadía en la urbanización segoviana y el técnico argentino quiso exprimir a sus jugadores de nuevo, como por la mañana, desde lo táctico, la carrera y el balón. Y mostrando claro cuál es su primer ‘once’. Hay otro jugadores de campo que no han salido de él en toda la semana y dos que al principio no estaban pero al final de esta primera semana de trabajo sí. La defensa parece inamovible y, a pesar de los fichajes, es la misma que la del año anterior: Nahuel, Savic, Giménez, Hermoso y Carrasco. Por delante, De Paul y Koke son fijos y la pieza que baila es la de interior izquierdo: al principio era Saúl, al final, Lemar. Arriba, hay un fijo que es Griezmann y a su lado comenzó Correa y ha terminado Morata. Con ellos trabajó la táctica, presión y achique de espacios, el entrenador en San Rafael.
Todos los futbolistas, incluidos los nuevos, es decir, Mollejo, Valera y Garcés, incorporados por la mañana, realizaron la parte de carrera continua, en la que dieron varias vueltas al campo vitoreados por el numeroso público concentrado al otro lado de la verja en Los Ángeles de San Rafael. Es la posibilidad de verlos tan cerca, estos días, trasladarles su amor con gritos y exclamaciones ante sus jugadas. Por la tarde Morata y Saúl fueron las que se llevaron los “oohhh” más fuertes. Grizi, los gritos.
Berta, João y Llorente
Andrea Berta, director deportivo, asistió a esta observando en silencio y fundido con el cuerpo técnico, vestido con su ropa durante los entrenamientos, de azul oscuro. Mientras, los dos futbolistas con reparto de cargas, pequeñas sobrecargas de pretemporada, João y Llorente, asomaron por la hierba. Primero lo hizo el portugués, con Zahínos, recuperador, para trabajar en el gimnasio, y después lo hizo Llorente, que iba con Pitillas para lo mismo, gimnasio, pero que terminó la sesión realizando ya carrera continua a buen ritmo y hasta subiendo por dos veces la cuesta.
El resto ya estaba sobre las colchonetas estirando tras un propio final distinto, lleno de balón, goles y piques: un cuadrangular en espacio reducido y ante porterías pequeñas con la plantilla dividida en cuatro grupos (peto azul, peto blanco, peto amarillo, sin peto de rojo) que se iban midiendo entre ellos. Morata volvió a marcar varios goles, como por la mañana, y llegó ese de Saúl que tanto gustó al otro lado de la verja. Azpilicueta, por cierto, fue de nuevo Azpilicueta en el Atlético: en el primer día de Valera le dispensó el mismo cariño y trato que lleva dedicándole a los canteranos, a los que corrige y enseña, apoya, en cada uno de los ejercicios propuestos por el Cholo. Oblak, por cierto, no estuvo presente: si por la mañana comenzaba su reincorporación al trabajo del grupo en la hierba, por la tarde volvió a ejercitarse en solitario.