‘Silenzio stampa’ del Barça
Desde el club azulgrana se ha transmitido que nadie, ni Laporta, hará declaraciones hasta que el CSD resuelva un caso que podría no pasar por el TAD. Arabia queda lejos para Dani Olmo. El club tampoco ha hecho públicos los detalles sobre la venta de los palcos VIP del Camp Nou.
‘Silenzio stampa’. Pocas expresiones como esta, procedente de Italia y creada cuando los personajes claves relacionados con un suceso no exponen su opinión, para expresar la cruda realidad del Barça a 5 de enero de 2025. Desde el departamento de comunicación del club azulgrana se ha transmitido que nadie, ni siquiera el presidente, Joan Laporta, hará declaraciones públicas sobre el estado del ‘caso Dani Olmo’, que ya le ha impedido, tanto a él como a Pau Víctor, jugar su primer partido al estar ‘desinscrito’ oficialmente por LaLiga y la RFEF. Un desastre que, de momento, no ha tenido consecuencias deportivas para el primer equipo, que ganó 0-4 en Barbastro. Pero que transmite sensación de inseguridad y oscurantismo. También de una prudencia obligada para terminar de evitar el desastre.
El Barça sabe que le quedan dos balas en la recámara, pero que ya ninguna de ellas está bajo su control. Primero, el CSD. Según informó Mundo Deportivo, el Barça podría no pasar por el Tribunal Administrativo del Deporte y acudir directamente al CSD que preside José Manuel Rodríguez Uribes para pedir la cautelarísima para Dani Olmo y Pau Víctor. El Barça mandará su apelación este martes día 7, ya que el lunes es festivo. Si fuese denegada, y a la desesperada, el Barça acudiría a la justicia ordinaria (Tribunal Contencioso Administrativo). Laporta estuvo en la Ciutat Esportiva el sábado para hablar en privado con los jugadores afectados e intentar tranquilizarlos en la medida de lo posible; y luego viajó a Barbastro. Pero en ninguno de los dos escenarios hizo declaraciones. Sabe que, en el fondo, se está jugando el cargo porque la confirmación de que Olmo no pueda jugar hasta final de temporada precipitará una moción de censura.
La gran duda es saber si Dani Olmo y Pau Víctor se subirán en el avión que volará a Yeda este lunes con el resto de la expedición. Todo hace indicar que sí. Sería una manera de escenificar el pulso, además de mantener a los jugadores en la dinámica del grupo, ya que todos los técnicos y preparadores físicos viajarán a Arabia Saudí. Pero, obviamente, no es un momento anímico fácil para los futbolistas. Eso, por no hablar del enfado que existe en el entorno de Olmo y Pau Víctor con una directiva que les tranquilizó hace más de dos semanas pero que no les ha dado ninguna solución. Según informó este domingo la Cadena SER, Olmo está contrariado y decepcionado con el club. Pese a sus mensajes de lealtad en Nochevieja, con corazones azulgrana, ya ha vivido en sus propias carnes qué significa estar en condiciones de jugar y no poder hacerlo por la poca pericia del club para resolver una inscripción que, en este momento, ya es imposible salvo que le salve el Consejo Superior de Deportes. El Barça, por cierto, aún no ha hecho públicos los detalles del acuerdo para la explotación de ese paquete de palcos VIP del futuro Camp Nou que vende a inversores, presuntamente, de Oriente Medio.
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