Sevilla y Real se van juntos de fiesta
Habrá pasillo al campeón de la Europa League y celebración a lo grande en el Reale Arena por la clasificación txuri-urdin para la Champions.
El Reale Arena se prepara para la traca final de esta temporada histórica. La fiesta está servida, antes, durante y después del partido. Más que merecida, de Champions, después de la clasificación matemática que logró la Real Sociedad la jornada pasada. Volver diez años después a la máxima competición continental bien merece una celebración por todo lo alto. Se unirá al baile el Sevilla, que llegará de resaca a San Sebastián, porque todavía está celebrando la séptima Europa League de su historia. Acompañará, por tanto, a los donostiarras en la Champions la próxima temporada. Vamos, que se van juntos de fiesta esta tarde en un Reale Arena que vivirá, seguramente, el encuentro con menos tensión que se recuerde (sigue el partido en directo en AS.com).
No obstante, aunque ni Real ni Sevilla se jueguen algo en la clasificación, toda vez que ya tienen sus objetivos conseguidos y sus plazas de Champions en el bolsillo, sí que deberán encarar el choque con la profesionalidad que se les supone, teniendo en cuenta que habrá otros ojos mirando a Anoeta fijamente, porque una victoria del conjunto hispalense puede decidir la clasificación para la Conference League, que sí está en juego para Osasuna, Athletic, Girona y Rayo. Un triple empate en el que entre el Sevilla en la ecuación puede torpedearlo todo. No habrá tensión sobre el campo, como es más que entendible; pero se supone que nadie quiere perder un partido de Primera. En juego el honor de defender tu escudo, que no es poca cosa, así que empieza a haber alicientes y calentarse el asunto.
Para la Real, la posibilidad de despedir con victoria la temporada delante de su afición, y contribuir a que la fiesta luzca más, ya debería ser suficiente estímulo para ir a por la victoria contra el Sevilla. Además, terminar la Liga con 71 puntos, la segunda mejor puntuación de su historia, tampoco es un incentivo menor. Eso queda ahí para siempre, y gusta verte reflejado en las estadísticas. Y luego está el regalar a tu gran capitán, Asier Illarramendi, una despedida a la altura de su figura, y con un triunfo todo parece mucho más bonito. Pero si todo esto les parece poca cosa, no olviden que en los banquillos de Real y Sevilla están Imanol y Mendilibar, que no entienden de amistosos, ni de partidos regalados. El que no quiera meter la pierna porque cree que no hay nada en juego se va a quedar en su casa. Con ellos las dobles tintas no valen.
Mendilibar visitará como campeón europeo a su Real, el equipo del que siempre se ha confesado aficionado. La grada txuri-urdin seguro que se lo reconoce en el pasillo inicial de los donostiarras al Sevilla. Y el abrazo con su amigo Imanol será emotivo. Ambos llegan a la última jornada como grandes triunfadores de la temporada. Lo del oriotarra es la consecuencia lógica a su creciente trabajo desde que llegara al primer equipo de la Real. Lo del preparador de Zaldibar no lo imaginaba nadie, pero es el triunfo de toda la vida, el modesto que se curte en campos de barro a base de pequeños grandes triunfos que no acostumbran tanto a salir en los medios. A ver cuantas rotaciones se atreven a hacer en este contexto.
Mendilibar dice que la resaca ya se les ha pasado. Imanol que no admite una derrota defendiendo a la Real. Todo en un ambiente inequívoco de fiesta. Empieza a las 16:30 horas en los alrededores y se alargará hasta las 23:30 horas. Habrá hueco hasta para las despedidas, del gran capitán Illarra, del árbitro Del Cerro Grande… y quién sabe si alguien más. Por supuesto, con el himno de la Champions League de fondo. Real y Sevilla se van juntos de fiesta esta tarde en el Reale Arena.
