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SEVILLA I INTRAHISTORIA

Sevilla: un punto de inflexión en la pericia del capitán Luis Lora

La densa niebla casi provoca que los nervionenses tuvieran que desviarse hacia Málaga, pero el piloto logró aterrizar y evitar así varias horas más de viaje.

Ivan Rakitic y el avión del Sevilla, en una imagen de archivo.
SFC

Para completar una jornada aciaga en la que quedó eliminado de Europa y culminar el gafe que persigue al Sevilla desde hace meses, sobre todo con Diego Alonso en el banquillo, el avión en el que el club de Nervión retornaba desde Lens estuvo a punto de verse obligado a desviarse hacia el aeropuerto de Málaga, debido a la densa niebla existente en la madrugada del martes al miércoles. Lo avisaba por megafonía, minutos antes de llegar a Andalucía, el capitán Luis Lora, cuyo nombre sonará a inventado por su parecido con el del famoso humorista jerezano que también interpreta a un comandante de avión, Luis Lara.

Esperaban en tal caso unos 220 kilómetros por carretera, para llegar Sevilla no antes de las 7 de la mañana y tras un viaje que se habría prolongado desde Francia en más de 8 horas si se cuenta el desplazamiento al aeropuerto francés procedentes del estadio Bollaert-Delelis. Una paliza para los futbolistas, que se tienen que entrenar este miércoles de cara al vital enfrentamiento liguero ante el Getafe, este próximo sábado en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Los responsables del departamento de viajes del Sevilla temían ya seriamente que habría que marcharse a la capital de la Costa del Sol y lo tenían todo preparado para contratar varios buses. Pero Luis Lora, que así se llama de verdad el capitán, aguantó el chaparrón de comentarios de los pasajeros enfadados y luego confió en su pericia como piloto para llevar el avión hasta la pista del aeropuerto de San Pablo. Y sí, lo lograba en medio de una densísima niebla que prácticamente no permitió a los presentes ver tierra hasta que la tocó el tren de aterrizaje. Alguno al que no le hace mucha gracia viajar en avión respiró entonces aliviado.

El interior de la cabina estalló en un jolgorio de aplausos y vítores para Lora, que gracias a su capacidad había evitado un incomodísimo desplazamiento extra por carretera y la falta de sueño de toda la expedición, incluidos unos futbolistas que vuelven a jugárselo todo (en especial, su entrenador) dentro de apenas cuatro días. Muchos, al llegar a la terminal, se preguntaban lo mismo: ¿habrá puesto el capitán Lora un punto de inflexión a este pésimo momento que vive el Sevilla?

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