Sergio, en la recámara
El exjugador y extécnico del Espanyol fue sondeado tras el ascenso, pero se frustró porque debía ser operado y continuó Manolo González. Ahora, ya sin muletas, sigue pendiente de entrenar.
Tras una derrota en Montilivi cayó hace dos temporadas Diego Martínez. Y en noviembre de hace justo un año destituyó el actual director deportivo a Luis García. En la confluencia de ambos caminos, una derrota ante el Girona (4-1) y el penúltimo mes del calendario, se planta el Espanyol de Manolo González, penúltimo en la clasificación de Primera División, con diez puntos y siete derrotas en las últimas ocho jornadas: tres puntos sobre 24 posibles. Lo que, vistos los precedentes, arroja incertidumbre sobre su futuro. Y más habida cuenta de que un nombre propio ronda los pensamientos de Fran Garagarza.
Se trata de Sergio González, que no solo fue canterano y futbolista de la primera plantilla del Espanyol -suyo fue el gol que sentenció el título de Copa del Rey de 2000 en Mestalla-, sino que también ocupó el banquillo hasta muy poco antes del aterrizaje de Rastar Group en la propiedad del club. El de L’Hospitalet de Llobregat ya fue la primera opción del director deportivo para dirigir al equipo en su retorno a Primera, a inicios de este verano, pero se lo impidió una operación en la cadera, para cambiarle una prótesis, que había ido demorando en temporadas precedentes por encontrarse en activo, y que ya le comportaba un dolor y cojera casi invalidantes. Fue entonces cuando el Espanyol se decantó por dar continuidad a Manolo González.
Cinco meses después, ha pasado Sergio por todas las fases de la recuperación, desde la inmovilización en la cama hasta la rehabilitación progresiva, y desde principios de mes ha comenzado a caminar sin muletas, por lo que incluso físicamente está en condiciones de volver a escuchar ofertas. Y, lógicamente, en el caso del Espanyol significaría volver a su casa.
Manolo, centrado en revertir la situación
Preguntado directamente por una hipotética destitución, en la conferencia de prensa posterior al Girona-Espanyol de este sábado, afirmaba Manolo González que no se le había “pasado por la cabeza en ningún momento, no porque pueda pasar o no, pero solo pienso en darle la vuelta a esto. Lo otro no depende de mí”. El siguiente partido de los pericos pasa por el RCDE Stadium, el próximo sábado a las 18:30 ante el Celta.
En el caso de Sergio, se encuentra sin equipo desde que en enero fuera destituido por el Cádiz, tras haber conseguido dos permanencias en Primera valiéndose de escasos recursos. Incluso el presidente, Manuel Vizcaíno, reconoció meses después en una entrevista con AS su error: “Yo creo que me equivoqué echando a Sergio. Tenía que haber aguantado el tirón de cuatro malos resultados, aunque eran muchos. Yo creo que con Sergio el equipo se hubiese salvado”, manifestó.
Al Espanyol llegó como técnico al banquillo del Espanyol B, mediada la temporada 2013-14, y al siguiente curso subió al primer equipo, con el que fue décimo el curso 2014-15 y alcanzó las semifinales de la Copa del Rey. Fue destituido tras la decimoquinta jornada del siguiente campeonato, con el equipo en decimosegunda posición. Además del Cádiz, dirigió al Real Valladolid, al que ascendió a Primera y con el que aguantó tres años la categoría.
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