Sergi Domínguez, el cuarto hombre de Flick
Tras Marc Bernal, Gerard Martín y Pau Víctor, ante el Valladolid Hansi Flick le dio la alternativa al central formado en la cantera. “Es un orgullo y estoy muy contento”, dice el joven.
Por necesidad pero también por convencimiento. Antes de su llegada oficial al Barcelona, Hansi Flick estuvo estudiando a las jóvenes promesas de la cantera azulgrana. Antes y durante las negociaciones para su fichaje ya le advirtieron de las dificultades para fichar y que antes de hacer inversiones por medianías se debería mirar abajo.
Y Flick lo está haciendo sin problema alguno. Y no se cansa de repetir que le asombra el gran nivel que se ha encontrado en La Masia, nuevos talentos que bajo su mando seguro que tendrán oportunidades y que podrán seguir creciendo como futbolistas. Ante el Valladolid, Sergi Domínguez se convirtió en el cuarto hombre (se podría decir adolescente) que se estrena con el entrenador alemán tras Marc Bernal, Gerard Martín y Pau Víctor. El primero de ellos, era titular indiscutible antes de su lesión en Vallecas.
El central barcelonés, de 19 años, llegó a La Masia en edad infantil, procedente del Sant Gabriel, en 2017. Sin tener el talento de Pau Cubarsí en la salida de balón, es un defensa sólido que ha ido superando las etapas de formación en la cantera azulgrana gracias a una extraordinaria fiabilidad. Tiene un físico portentoso pues mide 1,91 metros y destaca por su fortaleza física aunque no es tosco con el balón en los pies. Es bueno en el marcaje cuerpo a cuerpo.
La pasada temporada acumuló hasta 20 partidos con el Barça Atlètic, y otros tres en la Youth League pese a estar en edad juvenil. Fue uno de los jóvenes que Flick se llevó a la gira americana por las bajas de Araújo y Cubarsí y le dio minutos. Participó en los cuatro amistosos y convenció al técnico alemán. Con las muchas bajas en defensa (Christensen y Araújo) y la necesidad de contar con Eric Garcia como una alternativa para Casadó en el mediocentro, es muy probable que Sergi Domínguez siga teniendo oportunidades en el primer equipo después de debutar ante el Valladolid. “Ha jugado porque lo merece”, dijo Flick.
Fue un premio al trabajo de muchos años. “Es un orgullo y estoy muy contento. Agradezco a todo el que lo ha hecho posible. He entrenado duro”, afirma Domínguez.