Semana grande para Dembélé
Ha sido padre esta madrugada de una niña, ha recibido la llamada de Deschamps para recuperarlo para Francia y se marchó del estadio ovacionado por la grada.
Difícilmente olvidará Ousmane Dembélé esta semana, que empezó con un cierto sabor agridulce, eso sí, ya que la derrota el martes ante el Bayern en Múnich dejó un poso de amargura a un equipo que había merecido mucho más, sobre todo en una primera parte donde pasó por encima de los alemanes como un auténtico rodillo. Pero este pequeño borrón, no ha sido suficiente para borrar la sonrisa del jugador, que recibió el miércoles la llamada del seleccionador Didier Deschamps para anunciarle que iba a ser convocado por los ‘Bleu’, y para más alegría, si cabe, dos días después, su mujer se ponía de parto, y Ousmane estrenaba paternidad.
Y el compromiso de Ousmane con el equipo y el entrenador se volvió a constatar una vez más al ser el primero en dar un paso adelante y salir a jugar, pese a haber dormido más bien poco la noche antes por el nacimiento de su hija Rasha. Pero Dembélé sabe que es imprescindible para el equipo y no está dispuesto a fallarle a Xavi, el técnico que le ha devuelto al Olimpo futbolístico.
Y las gradas fueron las primeras en mostrarle su cariño, con aplausos sonoros cada vez que el ‘speaker’ pronunciaba su nombre por los altavoces. Su partido además fue un recital de centros y escapadas por velocidad, que fueron jaleadas con algarabía por parte de un culé totalmente entregado.
Cuando fue sustituido por Raphinha en el minuto 60, el respetable se puso en pie para despedirse de una de sus estrellas. Ahora mismo, sólo Lewandowski y Pedri brillan más que él en el firmamento blaugrana.