Se desata la ‘Madridmanía’
El Rose Bowl se llenará hasta la bandera a pesar de los precios y se espera un fenómeno fan en las horas previas que convertirán Pasadena en un parque temático del Real Madrid.
Para el Real Madrid, jugar en Los Ángeles es hacerlo en casa. Desde su aterrizaje en Estados Unidos lo ha vuelto a palpar. Si a su llegada a Beverly Hills tuvieron hinchas esperando en The Maybourne, en UCLA la locura ha ido in crescendo. En número, pero sobre todo en decibelios. “Hoy es increíble cómo ha animado la gente”, se sorprendían trabajadores del club al escuchar a las más de 100 personas que este viernes buscaron ávidos la foto o el autógrafo anhelado de sus ídolos. Tanto en la sesión matinal como en la vespertina, Vinicius, Bellingham, Modric, Rodrygo y compañía han sido la melodía habitual cada vez que los buggys se acercaban y alejaban del campo de entrenamiento. Pero la guinda llega el lunes (04:00 horas en España; domingo a las 19:00 horas en Los Ángeles): Real Madrid-Milan. El escenario, un Rose Bowl lleno hasta la bandera.
Los precios no han impedido que 92.542 vayan a abarrotar el precioso estadio de Pasadena, declarado Monumento Histórico Nacional. De hecho, ese enorme aforo se quedará pequeño. “Yo he intentado comprar entrada y no he podido; fue demasiado tarde. Iré al campo igualmente a disfrutar del ambiente. El año pasado también se llenó y se quedó mucha gente fuera”, confesaba un madridista de El Salvador a este periódico en los instantes previos a un entrenamiento del Real Madrid. Quien sí ha logrado su objetivo es Cedrik Alonzo. “He pagado 1.500 dólares por llevar a mis dos hijos a ver el encuentro”, explica a AS.
“He pagado 1.500 dólares por llevar a mis dos hijos a ver el encuentro”
“No son las entradas que el club nos facilita a las peñas, he querido comprar los mejores asientos posibles. Vamos a estar detrás de los vestuarios, pegados a Ancelotti. Quería que mis chicos disfrutasen de la experiencia al 100 %, no importa el precio”, contextualiza un Cedrik que no es un madridista más, sino el presidente de la Peña Madridista Sur de California. 55 socios aparecen inscritos a esta peña fundada en 2013 cuyo pico social fue mayor, pero “la pandemia fue complicada”, detalla Cedrik. Tras la época de vacas flacas, esta peña oficial reflotó y ahora tiene una salud de hierro que le permite organizar uno de los eventos que tendrá lugar en las horas previas al partido. Un tailgate -fiesta que se lleva a cabo en la parte trasera de un coche en la cual habitualmente se come carne a la parrilla- donde habrá música, comida, juegos y sorteos. Todo en clave madridista y en asociación con otras agrupaciones californianas: Fresno, NorCal (Norte de California) y Madridistas Inmortales.
Expectación
Y no será el único evento que acogerá el Rose Bowl, pues la Peña Madridista Los Ángeles, con 200 socios y 1.000 afiliados, organiza en paralelo una paellada que ya tuvo un éxito enorme la temporada pasada y que su presidente, Stewart Wolfenson, aspira a superar. Peñas de Chicago o de Providence ya han puesto rumbo a Los Ángeles e irán desfilando hasta convertir al estadio angelino en un parque temático en clave madridista. Ni el equipo blanco ni el Milan juegan en casa, pero el madridismo gana por goleada.
“¿A qué hora es el entrenamiento de mañana?”, “¿Habrá sesión de tarde?”, “¿Se paran a firmar mucho los jugadores? Es para llevar a mis hijos a UCLA”... Estos son algunos de los mensajes que se han convertido en tónica habitual en las redes sociales de los periodistas desplazados para cubrir la estadía de los chicos de Ancelotti en Estados Unidos. El sentimiento madridista es muy fuerte en California, potenciado por la enorme comunidad latina que convierte a Los Ángeles en una ciudad bilingüe donde el spanglish es idioma casi oficial. La Madridmanía toma LA y el domingo, fin de fiesta.